El Eibar dejó en evidencia al Málaga en el estreno liguero en La Rosaleda al ganar por 0-1 con gol del ex malaguista Charles, de cabeza, y mostró las graves carencias ofensivas de los malaguistas.
El equipo malagueño se presentó ante una afición entregada, a pesar de los vaivenes de su presidente Al-Thani, y con respeto al contrario, porque le entregó en los primeros minutos el balón al Eibar, que incluso marcó en una acción por la izquierda, pero lo hizo el ex malaguista Charles, con la mano.
El Málaga, a pesar de los cambios no había perdido el toque exquisito como el centrocampista serbio Kuzmanovic, que con un pase milimetrado al venezolano Juanpi Añor, al borde del área, lanzó fuera con el portero Dmitrovic, batido.
El conjunto eibarrés, en superioridad por las bandas, creaba peligro con Inui, que tuvo dos acciones peligrosas por la izquierda, desbaratadas por el guardameta Roberto, cuando Charles se disponía a rematar.
El jugar con tres centrales y dos carrileros, Juan Carlos y Rosales, le hacían sufrir al Málaga ante un Eibar bien plantado y sin fisuras.
Juanpi, que volvía a jugar tras su operación de pubis, tuvo una nueva ocasión en otra triangulación, pero su disparo centrado lo atajó Dmitrovic.
El encuentro moría en su primera parte con algún acercamiento por ambos equipos, pero sin excesivo peligro y con tablas en el marcador.
La salida del Eibar en la segunda parte fue mejor que la del Málaga, con dominio y más incisivo en ataque, y un Málaga replegado en su campo con problemas para subir el balón por el bajón de Juanpi y Adrián.
El Eibar con todo a favor y jugando por las bandas merodeaba el gol hasta que un centro por la izquierda lo remató Charles de cabeza, adelantando a su equipo en el minuto 57.
El Málaga quedó tocado y Míchel movió el banquillo, cambiando el sistema, ahora con dos centrales, tras el cambio de Diego González por el centrocampista Jony.
Un lanzamiento de Borja Bastón, que despejó Dmitrovic, relanzó algo a los locales, pero el Eibar ni se inmutó y se aprovechaba constantemente de los errores defensivos del Málaga.
Aún así, los malaguistas empujaban a tirones e intentaban crear peligro con algún lanzamiento y centros que no encontraban rematador.
El Eibar pudo rematar la faena, pero Unai, falló delante de Roberto, aunque al final se llevó los tres puntos y dejó al Málaga tocado y en convulsión.