El Leganés y el Girona se repartieron los puntos en un partido donde ambos buscaron con ahínco la meta contraria pero sin la puntería necesaria para convertir esas buenas intenciones en tantos. [Narración y estadísticas: 0-0]
La hora del duelo y el día de la semana propiciaron que algunos aficionados llegaran justos al arranque procedentes del trabajo. Por ello fueron varios los que no pudieron ver, pero sí oír desde el aparcamiento, el impacto seco de un balón contra el larguero. Llevó la firma de Szymanowski tras una jugada por banda derecha de Beauvue. Sólo habían transcurrido cuarenta y cuatro segundos.
Esa acción sirvió de anticipo a lo que iba a ser el duelo, una velada intensa de poder a poder con los dos conjuntos sin intención de especular. De hecho no tardó demasiado en responder el Girona al susto inicial.
Borja García sacó la clase y exhibió paciencia para retener el esférico entre un laberinto de piernas rivales y desde el borde del área acabó poniendo un preciso centro que no pudo coronar con acierto Stuani, quien remató de cabeza por encima del larguero cuando estaba solo.
Si esa resultó clara, lo fue más aún la que tuvo después. Una entrega desde la izquierda de Mojica la prolongó de primeras en la media luna Kayode dejando con todo a favor al ariete uruguayo. Sin embargo este la envió desviada en el mano a mano.
No era pese a ello la primera parte un monólogo gerundense ya que el Leganés también dispuso de sus acercamientos. Y fueron peligrosos. Beauvue, que en su debut como titular peleó todos los balones, la mandó fuera tras tocar en un zaguero como colofón a una excelente triangulación entre él, Brasanac y Szymanowski.
Más intimidante fue la de este último al filo del descanso. El argentino se hizo con el balón en su área y asumió el rol de protagonista de una contra donde no miró a los compañeros que se ofrecían sin apenas marcaje por el costado. Su definición pasó rozando la base del palo.
No cambió el escenario tras el paso por vestuarios. Con fuerzas renovadas, persistió la vocación ofensiva. Eraso avisó con un tiro cruzado y Juanpe se acercó al gol cuando cabeceó una jugada de estrategia que obligó a la intervención de Cuéllar.
Daba la sensación de que el tanto estaba al caer sin que pudiera anticiparse a ciencia cierta hacia qué sitio. Mientras se dilucidaba, el colombiano Mojica volvía loca a la defensa con un repertorio de regates que no resultaban meros adornos. Una jugada individual la siguió de un centro al que solo le faltó rematador y otra, de un lanzamiento desde larga distancia que se perdió por la línea de fondo.
Algo semejante, un elemento que generara desequilibrio, lo buscó también desde el banquillo Asier Garitano con las entradas de Omar y Amrabat. Pero fue otra vez Juanpe quien acarició la diana de la misma forma que antes, haciendo valer su altura para conectar un testarazo desde una acción a balón parado. En esta ocasión el intento tocó travesaño.
De tanto insistir parecía cuestión de tiempo que la pelota entrara. Y lo hizo, pero Amrabat no pudo celebrarlo al ver como el colegiado señalaba fuera de juego en el tramo decisorio. Todo se saldó con un punto que permite a ambos acabar con una racha de dos derrotas consecutivas.