Cuando el Valencia fichó a Simone Zaza, para la mayoría del público futbolístico español era aquel jugador que lanzó un penalti a 'lo Chiquito de la Calzada' en los cuartos de la Eurocopa 2016. Eso le llevó a ser conocido mundialmente, pero no precisamente por su acierto. "Lo que pasó me marcará para toda la vida", dijo después el italiano.
Detrás de aquella acción, que también contribuyó para la eliminación de Italia ante Alemania, había un delantero. Y un delantero muy bueno por el que la Juventus, en 2015, llegó a pagar 18 millones de euros tras llegar a ser internacional absoluto militando en el humilde Sassuolo. La presión acabó suspendiendo su progresión y la penitencia de aquel penalti le llevó al West Ham, del que le rescató el Valencia en enero de este año.
Ha sido en Mestalla donde Zaza ha recuperado todo aquello que le hizo saltar a la fama hace tres años, principalmente el gol. Tras unos primeros cinco meses (el segundo tramo de la temporada pasada) buenos, con seis goles y la sensación de que podía recuperar su mejor versión, la llegada al banquillo de Marcelino García Toral le ha servido para destaparse. Siete goles en ocho partidos (en uno solo jugó 18 minutos) y la referencia de un equipo que vuelve a vivir ilusionado.
Es el italiano una de las caras del actual momento del Valencia. El que fue durante años el equipo más exitoso de España, especialmente a principios del presente siglo, con dos finales de Champions, dos Ligas y una Copa de la UEFA, es hoy un equipo que intenta resucitar tras años muy duros, temporadas en las que en Mestalla solo hubo gritos y desesperación. La llegada de Marcelino, al fin un entrenador (real) en ese banquillo tan exigente, fichajes acertados y la figura de Mateu Alemany como director general del club, han recuperado al Valencia como equipo competitivo y le han llevado a los puestos altos de la tabla.
El equipo 'ché' recibe este sábado al Sevilla en Mestalla (18:30 horas) en uno de los duelos que medirán muy bien a este Valencia, en un estado de felicidad por el gran arranque de temporada: ya se han enfrentado a Madrid y Atlético (1-1 y 0-0 respectivamente), no han perdido ninguno de los ochos partidos, están segundos en Liga (a cuatro puntos del Barça) y vienen de ganar al Betis en un partido loco (3-6).
Para entender a este Valencia también hay que señalar a Rodrigo Moreno, el compañero en el gol de Zaza. Ambos forman la dupla de moda en el fútbol español y la segunda más goleadora hasta el momento. Los cinco tantos del ariete español hacen un total de 12 con los siete de Zaza. Solo son superados por Messi y Luis Suárez con 13, con una diferencia importante: de los 13 goles azulgrana, 11 son del argentino y dos del uruguayo. Eso prácticamente no es una dupla.
Otro de los logros de Marcelino ha sido recuperar a este delantero que fue en su momento perla de la cantera del Real Madrid y que no llegó a explotar como se esperaba, aunque no desentonó en los tres años que estuvo en el Benfica. En el Valencia, excepto el año pasado, fue regularmente titular, pero no ha sido hasta ahora cuando su papel ha sido tan vital, cuando ha explotado siendo decisivo y con un acierto de cara a portería muy diferente a los partidos de antaño.
Su inicio ha sido tan bueno que le ha abierto las puertas de la selección española (titular y gol ante Albania) y le hace estar cerca en la lista final de Lopetegui para el Mundial del próximo verano. De ello dependerá mucho lo que haga a partir de ahora. Como poco ya ha cogido ese puesto dejado por Alcácer que parecía no tener sustituto y que, no solo ha hecho olvidar al actual jugador del Barça, sino que le ha adelantado en la actualidad.
Con Rodrigo y Zaza en su ataque, el Valencia es el segundo equipo más goleador de la Liga y ha reconvertido su idea ofensiva. Marcelino ha construido un equipo que en su parte ofensiva es letal: el hispano-brasileño y el italiano están también acompañados por un Gonzalo Guedes estelar, desequilibrante en estos últimos duelos, y un Carlos Soler que es la perla de Mestalla.
El Valencia ha vuelto a su lugar. Está arriba, juega bien, tiene gol y la afición venera a sus futbolistas. Es el Valencia que no hace mucho se veía pero que en los últimos años se perdió. Eso sí, esto acaba de empezar. El reto es mantener el nivel actual. Para eso Rodrigo y Zaza son imprescindibles.