El Eibar mantuvo su buena racha y venció al Valencia (2-1) en un choque igualado en el que el acierto de cara a portería desequilibró la balanza en favor de los de Ipurua, que suman cinco partidos sin perder y cuatro victorias en los últimos cinco partidos ligueros.
El Eibar arrancó con ganas y con garra, presionando arriba y tratando de no dejar jugar a un Valencia que se veía superado en los primeros minutos del partido. Los de Marcelino intentaban responder con velocidad a la contra, y asustó a Dmitrovic en un par de ocasiones antes del primer cuarto de hora, aunque los ches seguían sin tener el dominio del partido.
Eso sí, a medida que avanzaban los minutos, los valencianistas se fueron haciendo con el control del partido. La intensa lluvia que arreció durante casi toda la primera mitad se convirtió en protagonista inesperada del choque, y el encuentro se fue diluyendo cual azucarillo en un café, con pocas llegadas y ninguna ocasión clara .
El Eibar parecía sentirse más cómodo bajo la lluvia, sobre todo con los centro de Cote desde la izquierda que no encontraban rematador, pero al Valencia le bastaba con tres pases para llegar a la portería de Dmitrovic. Así se llegó al descanso, con las espadas en todo lo alto, y las camisetas inundadas de sudor y lluvia. Fútbol de antaño en Ipurua.
La reanudación arrancó sin lluvia y con ganas de ganar por parte de los dos equipos, pero fue Inui quien se aprovechó de varios rechaces para anotar el primer tanto, golpeando seco junto al palo de Neto, que nada pudo hacer para evitar el gol armero.
Al Valencia le tocaba remar a contracorriente, algo a lo que no está acostumbrado esta temporada, y le costó mucho volver a encontrar su juego, aunque empató pronto con un gol de Santi Mina tras una concatenación de errores en la defensa armera, y un posible fuera de juego de Pereira en el arranque de la jugada.
El Eibar se resintió durante los siguientes minutos, e Ipurua enmudeció después de ver cómo su equipo quería tirar hacia adelante, pero no podía.
Ambos entrenadores movieron sus banquillos, con la clara intención de no conformarse con un punto. Con ello, los armeros se vinieron arriba buscando el segundo gol a la desesperada tras reponerse moralmente del tanto che.
Los últimos minutos fueron un correcalles con ambos equipos buscando la portería contraria, si bien Mendilibar apostó, en teoría, por mantener el empate dando entrada a Escalante por Sergi Enrich.
Pero aún así, el ímpetu de los armeros tuvo su premio con un remate de cabeza impecable de Jordán a pase de Alejo, que volvía a poner por delante a los armeros en los últimos minutos ante un Valencia que no tuvo tiempo para reaccionar al segundo tanto armero.