Luka Modric, el jugador más imprescindible del Real Madrid en el Clásico
El croata, recientemente nombrado mejor jugador del Mundial de Clubes, se ha asentado como el jugador que mueve al club blanco. Sus ausencias se notan mucho. Así creció el cerebro del mejor Real Madrid de la historia.
20 diciembre, 2017 12:55Noticias relacionadas
- El Real Madrid gana el Mundialito y conquista su quinto título en el mejor año de su historia
- Mateo Kovacic, el políglota que necesita Zidane para reconducir al Madrid
- Horario y dónde ver en TV el Clásico Real Madrid – Barcelona de Liga
- Rivaldo pide al Barça que haga el pasillo: "Hay que tener respeto al campeón"
- Las piernas de Cristiano Ronaldo valen el doble que las de Leo Messi
- ¿Por qué el Barcelona debería hacerle el pasillo al Real Madrid en el Clásico?
Cristiano Ronaldo es quien marca los goles del Real Madrid, Sergio Ramos quien lleva el brazalete de capitán, Gareth Bale el segundo mejor pagado... pero es Luka Modric el futbolista en el que gira el mejor Real Madrid de la historia. Sin hacer ruido, el croata se ha ganado todos los elogios y piropos posible porque es, sencillamente, el cerebro del Real Madrid.
El croata es de esos jugadores especiales que dejan huella porque, con su fútbol, mejoran a un equipo. La relevancia de Modric en el Madrid se ve partido a partido, día a día, año a año. Luka ha conseguido que lo que antes era sello del Barcelona ahora lo sea del Madrid. El buen fútbol, el toque rápido y preciso, el orden en el centro del campo y la inteligencia futbolística es lo que hoy tienen los blancos en la figura de Modric.
Y él, claro, jugará el Clásico del próximo sábado (13:00 horas). Porque en Modric se asienta un Madrid que se juega una Liga en diciembre. A 11 puntos del Barcelona (con un partido más los culés), perder es un drama para los blancos, que tirarían el torneo a mitad del mismo. La hazaña de recortar más de una docena de puntos no sería imposible, pero jamás se ha visto una remontada de este tipo en la historia de la Liga.
"Ojalá ganemos y nos acerquemos más en la tabla", dijo Modric en una reciente entrevista. "Estamos ahí en la Liga y vamos a darlo todo e intentar remontar", añadió el croata, que explicó que "es importante estar juntos y no dejar muchos espacios al Barcelona porque si los dejas tienen jugadores que te pueden castigar".
Llega Modric con el subidón que te da ser, al fin, considerado como el mejor en algo. Siempre a la sombra mediática de Cristiano, coincidir con el portugués le ha cerrado la candidatura a los premios individuales cuando, en realidad, lleva años siendo fundamental en el juego del Real Madrid. La FIFA miró más allá del gol en el Mundial de Clubes y le nombró mejor jugador del torneo. Su recital en la final ante el Gremio debería ser puesto en todas las escuelas de fútbol. Un ejemplo para jóvenes y mayores. Así se juega al fútbol.
Hoy el croata es el jugador más influyente en el Real Madrid. Cuando Modric está bien, el equipo de Zidane tiene otra cara. Juega mejor, de forma más dinámica y más alegre. Se le nota mucho más desahogado y con las ideas más claras. En cambio, cuando Modric está mal o ausente, el Madrid se ahoga como si se cayera todo su plan por la simple falta de una de sus piezas. Y pasa ahora, pero también en el pasado. Famoso fue el declive del Madrid de Ancelotti, justo coincidiendo cuando Modric estuvo lesionado.
Tres Champions, dos Ligas, una Copa del Rey, dos Supercopas de España, tres Supercopas de Europa, tres Mundiales de Clubes... Modric ha ganado todo con el Real Madrid, pero no pasando por allí como otros, sino siendo pieza imprescindible para entender todos los títulos. Él ha sido un jugador clave en un equipo que ha ido creciendo con el tiempo pero que ahora tiene el reto de mantener la ambición y demostrar que no ha tocado techo.
Y para entender al actual Madrid y al actual Modric hay que irse al verano de 2012, cuando Mourinho llamó a la puerta del croata y convenció a Modric para dejar el Tottenham y llegar a un centro del campo, el del Real Madrid, todavía lejos del nivel del que tenía el Barcelona. Fue entonces un fichaje muy polémico por su coste (unos 30 millones de euros que con el paso del tiempo se ha demostrado ser una ganga) y porque cerraba la puerta a los futbolistas españoles en un tiempo en el que se pedía 'españolizar' el Madrid.
Modric tardó unos meses en destacar, tiempo que aprovecharon los más críticos para argumentar que había sido otro capricho de Mourinho, pero la eliminatoria de octavos de Champions ante el Manchester United (marzo de 2013) fue el inicio de una época brillantísima. A partir de ahí, Luka fue creciendo hasta llegar a lo que es hoy, el mejor centrocampista del mundo.