Paco Jémez, de autoproclamarse técnico del United al hundimiento en Las Palmas
El técnico, tras caer contra el Girona (6-0), es el peor entrenador de la historia de Primera División entre todos aquellos que dirigieron a uno o varios equipos en cuatro o más temporadas.
14 enero, 2018 01:38Noticias relacionadas
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Es el peor entrenador de la historia de Primera División entre todos aquellos que dirigieron a uno o varios equipos en cuatro o más temporadas (51% de derrotas, el único que tiene más partidos perdidos que ganados). Sus equipos han sido los más goleados en una primera vuelta también en toda la historia del torneo. Descendió al Rayo Vallecano en 2016. Le echaron del Granada cuando tenía al equipo en descenso, sin ganar ningún partido y siendo el equipo más goleado. Llegó a Las Palmas y le remontó el Eibar en su estadio, le eliminó de Copa el Valencia con un 4-0 y continuó con un humillante 6-0 en Girona.
Y, sin embargo, Paco Jémez sigue sin cambiar. Es el único entrenador al que le da igual perder por seis goles de diferencia que por uno, tal y como ha demostrado en sus ya más de cinco años en el primer nivel del fútbol español. Él siempre defiende su valentía pese a que eso lleve a resultados vergonzosos para sus equipos. El discurso siempre por delante de la realidad. Los deseos como forma de entrenar.
"El que se ha equivocado gravemente soy yo", comentó el técnico canario tras la durísima derrota que sufrió este sábado en Girona. El 6-0 en Montilivi representa muy bien a los equipos de Paco Jémez, calificados de valientes cuando bien podrían ser denominados como kamikazes. ¿Hasta qué punto es bueno ser fiel a unas ideas si esas ideas te llevan a hacer el ridículo?
"Los futbolistas están muy jodidos, están llorando en el vestuario", añadía Jémez en la rueda de prensa tras el encuentro ante el Girona. Era lo normal que sucediera tras un 6-0 y más en la situación en la que se encuentran estos jugadores: últimos, con seis partidos consecutivos sin conocer la victoria y con tres cambios de entrenadores en solo 19 partidos.
Tres partidos: tres derrotas, un gol, cinco tiros y posesión ganada
Con una plantilla que ya está tan hundida por su situación, no resulta muy normal empujarla a sufrir una goleada tan escandalosa como la de este sábado únicamente por tener una idea de fútbol en la que hay que ser valiente hasta el final, sin cerrar la hemorragia en el 3-0, por ejemplo, para así evitar más daños colaterales. No es lo mismo perder por 1-0, 2-1, 2-0... con opciones de sacar al menos un empate que pasa a ser goleado por 6-0.
Las Palmas que se encuentra Jémez es un equipo en una situación límite, totalmente desestabilizado, dando tumbos y con un descontrol en su directiva, pero aún con eso tiene vida. Es indudable que si Paco Jémez logra que Las Palmas se quede en Primera sería un éxito, pero ni mucho menos algo imposible o un milagro: la salvación está a cinco puntos y queda todavía una vuelta entera por disputar.
Después de tres partidos en el conjunto canario, tiempo todavía insuficiente para sacar conclusiones pero sí para juzgarle, Las Palmas ha perdido sus tres partidos, ha metido un gol y ha encajado 12. Y un dato todavía más definitorio. En estos tres encuentros, solo ha disparado cinco veces a puerta. Eso sí, ha ganado en posesión a sus tres rivales. Es curioso ver como Las Palmas tuvo un 58% de la posesión ante el Girona y el resultado fue de 6-0.
Su filosofía: mejor perder bien que ganar mal
El técnico canario llegó a Las Palmas 'rajando' de los jugadores, explicando que se había acabado el tiempo en el que el entrenador era culpable, quitándose así toda la responsabilidad, y siguió echando balones fuera comentando que "a lo único a lo que podemos aspirar con lo que tenemos ahora es a irnos a Segunda División". La tirita puesta antes de la herida con la herencia como justificación por si las cosas no salen bien.
Paco Jémez es el autor de frases, que después llevó a la práctica, como "prefiero irme a Segunda con la cabeza alta que quedarnos en Primera con las orejas agachadas" o "prefiero que me metan cinco así (jugando con el balón y líneas adelantadas...) que tras estar encerrado atrás". La realidad, en cambio, le golpea desde hace años, pero él no cambia.
En el Rayo Vallecano es imposible no reconocerle un gran trabajo, muy influyente en el club y con el que alcanzó un octavo puesto en 2013, la mejor posición de la historia del club... y también le llevó a un descenso. Porque esa filosofía de un equipo valiente llevó al Rayo a sus mejores momentos pero también al pozo de la Segunda, en la que prometió quedarse para después huir.
Una fama con Xavi como principal valedor
En el equipo de Vallecas, con el que también protagonizó varias goleadas humillantes en contra, nació su fama de buen entrenador por la forma en la que jugaba, ya que los resultados pocas veces le acompañaron. En poco tiempo, Jémez pasó a ser uno de los técnicos con mejor cartel. Llegó a sonar como sustituto de Vicente del Bosque en la selección española y hasta él mismo sugería que podía entrenar al Manchester United.
Y todo ello con unos elogios continuos por parte de varios sectores de la prensa y de un entorno mediático en el que también rondan los admiradores de otros entrenadores con tan pocos triunfos como Bielsa o Juanma Lillo. No era raro ver en cada abultada derrota de un equipo de Jémez una justificación: o un planteamiento atrevido o que el fútbol era más que goles o que sus equipos hacían un fútbol atractivo o que la valentía era más importante... Miles de excusas sin hacer nunca referencia a lo que es en realidad el fútbol: los resultados y la clasificación.
Sirva como representante de todo ello Xavi Hernández, que en varias ocasiones ha asegurado "admirar profundamente" a Jémez "por su manera de ver el fútbol de ir al ataque sin complejos", y que en una reciente entrevista en El País explicaba que le gustaría, como aficionado al fútbol, que al Barça le defendieran como hacen los equipos de Paco Jémez.
Al exfutbolista del Barça, sin embargo, se le olvidaron los resultados en los partidos a los que él hacía referencia. Seis encuentros de ese Barcelona ante el Rayo de Jémez fueron seis victorias culés (0-5, 3-1, 0-4, 6-0, 0-2 y 6-1), con 26 goles azulgrana y dos a favor de los equipos de Jémez.
Pasan los años pero a un equipo de Jémez se le reconoce fácilmente por ese vicio por querer vivir de sus ideas aunque ellas le lleven a la derrota. Lejos de adaptarse a la realidad, Paco sigue fiel a una filosofía que, por ahora, en España no ha cuajado. Tampoco en México. En Las Palmas tiene un reto mayúsculo. La salvación es muy difícil, pero no imposible, aunque con esa "valentía" que acaba en 6-0 será difícil que el equipo canario se salve.