Tal y como está, en el Real Madrid es tan importante el fondo como las formas. Con un partido con tantas sensaciones diferentes como será el del miércoles ante PSG (hay miedo por un lado, ilusión por otro), en el encuentro inmediatamente interior había que ganar bien. Y el Madrid lo hizo. Antes del PSG, goleada. [Narración y estadísticas: Real Madrid 5-2 Real Sociedad].
El Madrid cumplió con su obligación de inyectarse una importante dosis de optimismo de cara al decisivo duelo del miércoles. El fútbol que brindó en la primera parte deja una sensación positiva que también puede llevar a engaño. No sabemos si esto es la realidad o si simplemente se debe a un partido pasajero. La realidad es que el PSG no se asemeja en nada a la Real Sociedad, aunque también es verdad que al Madrid de los primeros 45 minutos es muy difícil pararle.
Fue una superioridad insultante, con un equipo, el de Zidane, arrollador y una Real Sociedad achicada. Los vascos tendrán que agradecer que se fueran al descanso con un 4-0, porque aunque eso ya era abultado, pudieron ser muchos más. Hasta dos veces remató al palo (Benzema y Cristiano) además de los cuatro goles. Fue un aplastamiento impropio de dos equipos que juegan competiciones europeas.
Además del resultado, las sensaciones que dejó el Madrid fueron al fin alegres. Se vio a un equipo que sabía que tenía que alimentar a su afición. El partido era más importante en lo anímico que en lo futbolístico, la imagen era importante, y los de Zidane entendieron que había que tranquilizar el ambiente desde el inicio. En el minuto 1 ya iba ganando gracias a un gol rapidísimo de Lucas Vázquez, que remató de cabeza un gran pase de Cristiano.
El portugués lideró esta versión extraordinaria del Madrid con dos goles y una asistencia. Ronaldo marcó el segundo y el cuarto y recuperó esa versión de killer (sacar rendimiento a todo su peligro) que tan importante será ante el PSG. Su primer gol fue el final a una perfecta jugada con Asensio cambiándola (qué partido tan brillante hizo el mallorquín) y una asistencia rasa de Marcelo. El segundo, en un cabezazo tras un saque de esquina botado por Modric.
Entre medias, y con algún fallo de Benzema olvidado por el resultado, también marcó Kroos en un gol que no hace falta explicación si le decimos que fue 'a lo Kroos'. Cuando el alemán anota, lo hace siempre igual, con disparo desde la frontal del área y dándole rosca al balón. Es hipnótica esta jugada.
Con los deberes ya hechos, la segunda parte quedó únicamente para pensar en la Champions. Eso llevó al Madrid a aburrir, a jugar varios minutos sin ganas y sin ninguna tensión competitiva. Era normal. Zidane, además, lejos de dosificar, sacó a Bale, que no fue titular y salió en la segunda mitad, y de los teóricos titulares ante el PSG solo quitó a Modric.
La Real marcó dos goles aprovechando esa parsimonia y también los problemas defensivos que tiene el Real Madrid, que rezará para salir vivo ante los Cavani, Neymar y Mbappé el miércoles. Marcaron Jon Bautista y Asier Illarramendi, ambos con mucha facilidad, pero Cristiano, completando su hat-trick y con ayuda de un Rulli horrible, puso la calma en el Bernabéu.
Se acabó la temporada. Y ahora comienza otra que dura dos partidos y tres semanas. Una vez que los puestos Champions no peligran, cinco puntos ya por encima del Villarreal, solo queda centrarse en la competición europea. El duelo ante el PSG ya está aquí. Parecía que no llegaría nunca, pero irrumpió.
El miércoles no valdrán fallos ni excusas. Se sabrá si el problema que ha tenido el Madrid en Liga y Copa ha sido de actitud o de fútbol. El PSG no acepta errores. Para calentar el duelo, en cuanto acabó el partido de la Real Sociedad se escuchó el himno de la Champions en la megafonía del Bernabéu. Quizá esa sea una buena terapia.