Al Barcelona, este año, se le puede definir de muchas maneras. Sólido, perfecto, ganador, trabajado... todos los calificativos podrían agruparse en el de indestructibilidad. En lo que va de temporada, el Barcelona ha logrado superar adversidades propias de un equipo que aspira a todo. Su buena marcha este curso no tiene nada de suerte. Tiene lo que demostró.
El Barcelona recibe este domingo al Getafe (16:15 horas) con un importante problema en defensa: Umtiti está sancionado, Vermaelen lesionado y Piqué también lesionado... en principio. La semana del central catalán ha sido, como mínimo, curiosa. Primero se aseguró desde el club que estaba tocado tras el tenso derbi catalán, en el que en los últimos minutos Gerard Moreno le hizo una dura entrada. Después que había mejorado y que podría jugar en Mestalla, tal y como pasó. Un requiebro médico (y mediático) de manual. En el Barcelona es normal que los tiempos de bajas de sus jugadores sean menos de los que en un primer momento.
Del partido de Copa volvió a salir tocado el central catalán y con ello se inició el mismo ciclo de unos días antes: descartado para el encuentro de este domingo, recuperado para la convocatoria... y hasta última hora no se sabrá si jugará. Si no está, Valverde tiene un problema, porque a Yerry Mina, que debutará como titular a la fuerza ya que no hay otro, le tendrá que acompañar Busquets, retrasando su posición considerablemente y dejando un hueco libre en el centro del campo, posiblemente ocupado por Paulinho.
Si bien la situación es complicada para el Barcelona, porque no tener disponible a tres de los cuatro centrales (y el único sano es el nuevo, con solo ocho minutos jugados como azulgrana) es un problema grave, también hay que tener en cuenta que el partido en el que sufre todo esto es un encuentro menor en el que a priori no sufrirá mucho y con jugadores menos habituales debe ganar.
Es el Getafe (y no el Chelsea, por ejemplo) el que juzgará al Barça en esta situación, totalmente novedosa para un Ernesto Valverde que avisó de la peligrosidad de este tipo de partidos. "Es de esos partidos que nos cuestan", comentó el entrenador extremeño, que recordará que hace tan solo dos semanas un duelo similar ante el Alavés acabó siendo un martirio, sufriendo mucho para ganar al cuadro vasco.
Será interesante ver la adaptación al fútbol del Barcelona de Yerry Mina, el sustituto colombiano de Mascherano y el que está llamado a dirigir junto a Umtiti la zaga culé del futuro. Este domingo no tendrá una exigencia mayúscula, pero siempre las primeras impresiones son importantes.
El Barcelona se ha dado el gusto de poder llegar a este encuentro ante el Getafe (y al siguiente ante el Eibar y después ante el Girona y así sucesivamente) con la tranquilidad de que un pinchazo no es ni mucho menos un drama. Con la victoria del Atlético de Madrid al Málaga este sábado, los azulgrana sacan seis puntos a los rojiblancos, una distancia todavía amplia. Hasta se pueden permitir perder y con ello no sufrir en la Liga.
Si algo caracteriza al Barcelona de Valverde es su indestructibilidad. Este equipo ha ganado en todas las circunstancias, de todas las maneras y pasando por todas las fases en un partido. Es un equipo con alma de campeón por la base ganadora que tiene. Resiste a todo. De ahí que las numerosas bajas en defensa tampoco alimenten la idea de que este Barça puede frenar.
Llegados a la jornada 23, todo lo que ocurre nada tiene que ver con la casualidad. El Barcelona es líder cómodo en Liga y está en la final de Copa, por lo que el doblete lo tiene ya prácticamente en el bolsillo. Haber conseguido esto le da la posibilidad de centrarse en Champions, competición que a los culés les llega el 20 de febrero con la visita a Stamford Bridge.