Hay campos en los que nada más entrar se huele a fútbol. Hay rivalidades que engrandecen el fútbol español. Hay equipos que tienen una larga historia detrás que los convierten en clubes clásicos, de esos que se añoran en Primera. Toda esa mezcla solo podía crear un gran partido de fútbol con un excepcional ambiente. Este domingo (18:00 horas), al fin, hay un Real Oviedo - Sporting de Gijón.
15 años después vuelve el derbi asturiano al Carlos Tartiere. Tras el 1-1 de la ida en El Molinón, uno de los encuentros más vistosos de España regresa a la capital de Asturias tras tres lustros de ausencia. El último data del 18 de mayo de 2003 (2-1), año en el que bajó el Real Oviedo a 2ªB, cayendo al pozo de la Tercera División directamente y no volviendo al fútbol profesional hasta 2015.
Asentado ya en la 2ª División, recuperando viejas glorias y con el sueño de alcanzar Primera División 17 años después, el Real Oviedo se ha colocado como el primer equipo en Asturias. Incluso perdiendo lo seguirá siendo, porque actualmente saca cinco puntos a su eterno rival, dando la vuelta a los años en los que de Gijón han sido el referente del fútbol asturiano. El Sporting, en este siglo XXI, ha estado seis años en 1ª y nunca ha bajado de la 2ª.
Que el Nuevo Carlos Tartiere viva su tercer derbi de su historia (solo ha acogido partidos oficiales ante el Sporting en 2001 y 2003, el estadio fue inaugurado en el 2000) ya es la una gran noticia para el Real Oviedo, que llega cuarto a solo dos puntos del ascenso. Pero el camino debe ser ordenado. Tras unos años pasando por campos de barro, la Segunda ya es un buen lugar para asentar el proyecto.
Porque los carbayones, hoy entrenados por Juan Antonio Anquela (sí, el del 'Alcorconazo'), han sufrido mucho para volver a enfrentarse al Sporting. Primero tocó muy cerca la desaparición tras la maniobra del Ayuntamiento de intentar refundar el club a partir de otro (el Astur CF), quitando todo tipo de apoyo al Real Oviedo histórico, al de siempre, al de ayer y hoy, dejándoles ahogados económica e institucionalmente. Solo la afición, que se negó a que le robaran su identidad, acabó con ese esperpento.
Mientras tanto, cuatro años durísimos en Tercera, de la que salió para volver a caer, y otros ocho en Segunda B, categoría de la que le costó muchísimo salir. Clave fue la ampliación de capital de 2012, en la que se movió una campaña que llevó hasta al Real Madrid a comprar acciones, acabando con la aparición del multimillonario Carlos Slim, que salvó al equipo.
Mejor le fueron las cosas al Sporting, todo lo contrario este año, aunque aún tenga media temporada para corregir. Tras descender el pasado año a Segunda, el curso actual lo vive mal. A tres puntos del playoff de ascenso, llegó a encadenar seis partidos sin ganar, aunque en los últimos se ha recuperado con cuatro victorias en los últimos duelos. Eso sí, en los encuentros directos antes los equipos punteros, falla: perdió en Lugo, en Granada, en Pamplona, ante el Cádiz, empató en Vallecas... Lo dirige ahora Rubén Baraja, el histórico jugador del Valencia, que sustituyó a Paco Herrera.
15 años sin derbi asturiano son muchos derbis. Por eso es normal que el fútbol de la región se pare por completo. Ningún partido se disputará desde las 18:00 a las 20:00 de este domingo, sea cual sea la categoría, llevando todos los focos al Carlos Tartiere, que se llenará hasta arriba para acoger un encuentro especial.
Día de fiesta en Asturias. Una de las más importantes y antiguas rivalidades del fútbol español se recupera para gozo de dos aficiones intensas que, como en los grandes derbis, recordaran al amigo rival el resultado durante varios meses. Lo importante: el 'Asturias patria querida' volverá a retumbrar en el Tartiere, que se entonará en el estadio tal y como se hizo en El Molinón en el encuentro de ida. Será una de las imágenes del año.
Ha ganado Asturias y el fútbol español. Bienvenido seas derbi asturiano.