- ¿Sabe dónde está ahora mismo?
- No exactamente.
- ¿Ha estado bebiendo?
- No.
- ¿Seguro?
- Sí.
Esta conversación forma parte del vídeo que ha salido a la luz y en el que se puede contemplar la mayor parte de los momentos previos de la detención de Tiger Woods por el delito que en Estados Unidos se conoce como DUI -"Drive under influence", conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas-.
En las imágenes, tomadas por la cámara que monta el coche patrulla que dio el alto al exnúmero uno del mundo del golf se observa a Tiger siempre de espaldas a la cámara, tratando de cumplir con las instrucciones que le da el agente y, casi siempre, sin ser capaz.
En una conversación entrecortada en la que se aprecia claramente la incapacidad del californiano para hablar con fluidez, el agente pide a "Mr. Woods" que se coloque delante del coche patrulla, donde apuntan los faros para proceder a la inspección física.
"Coloque por favor un pie delante del otro, tocando los dedos del pie izquierdo con el talón del pie derecho".
Tiger Woods es completamente incapaz de dar un paso de forma adecuada y sus pies parece que nunca llegan siquiera a tocarse, pues la linealidad no entra en sus capacidades a la hora de caminar.
Quien fuera número uno del mundo del golf y el mayor dominador que cualquier deporte haya conocido fue detenido a las tres de la madrugada en Jupiter, Florida, la localidad en la que reside. La policía realizó la detención considerando las evidencias que se muestran en las imágenes y al sospechar que el golfista estaba ebrio. Tiger fue trasladado a la cárcel del condado de Palm Beach, donde llegó a las 7:18 a.m. y salió a las 10:50 a.m. sin pagar fianza alguna.
en una rueda de prensa ofrecida el día después, Tiger negó haber conducido bajo los efectos del alcohol -como en un primer momento se había especulado- y ofreció una explicación basada en los efectos de las medicinas que consume por sus problemas de espaldas después de haberse sometido el pasado mes de abril a una cuarta intervención quirúrgica de espalda para aliviar los dolores que sufre de forma permanente.
Woods, de 41 años, ganador de 14 grandes y de 79 títulos en el PGA Tour, disputó su último torneo el pasado 3 de febrero en Dubai, donde firmó una tarjeta de 77 y se retiró al no poder superar el dolor de espalda.