Desde el día en que Tiger Woods estampó su Chevrolet Escalade contra una boca de riego mientras su ahora exmujer Elin Nordegren le perseguía con un hierro siete en las manos, la vida del californiano nunca parece plena. Por mucho que durante esta semana el olor de las magnolias y los gritos de los 'patroons' del Masters de Augusta pongan en el primer plano lo estrictamente deportivo, lo puramente golfístico y lo realmente importante para los aficionados al deporte, su ajetreada vida privada del pasado aún persigue al considerado por muchos como mejor jugador de todos los tiempos. Y eso no puede taparlo ni el hecho de que vuelva a ser favorito a la Chaqueta Verde después de sus operaciones de columna.
Cuando Tiger Woods puso en pie el Magnolia Lane el pasado martes comenzaron unos aplausos, unos vítores y unas muestras de apoyo que no terminarán hasta que el domingo por la noche salga del Augusta National. Quizás lo haga con la Chaqueta Verde sobre los hombros o sólo con un top-ten, quizás incluso ni pase el corte, pero lo cierto es que ese apoyo del público no cesará porque Tiger Woods vuelve a ser competitivo. Mucho tiempo después, muchas operaciones después y muchos disgustos después, el californiano vuelve a ser el Mesías de este deporte, tan necesitado como siempre del efecto locomotora que El Extraterrestre generó a su alrededor.
Durante el Valspar Championship de principios de marzo, el segundo puesto de Tiger Woods por detrás únicamente de Paul Casey no sólo bloqueó la retransmisión online de la página del PGA Tour ante las miles de visitas de más, sino que llevó los índices de audiencia de televisión a unas cifras nunca vistas desde 2013 en un evento fuera de los cuatro grandes de la temporada.
Quinto favorito a la Chaqueta Verde
El Tigre juega y vende, hace felices a los aficionados y a los anunciantes y las televisiones a partes iguales. Por eso es uno de los grandes favoritos en Augusta y por eso tendrá un partido con absoluto protagonismo para él, pues por mucho que el australiano Marc Leishman y el británico Tommy Fleetwood sean dos jugadores de primer nivel, las cámaras y los aficionados van a hacerles poco caso. Menos aún si Woods consigue colocarse en la zona noble de la clasificación tras las dos primeras jornadas, aunque para eso habrá que esperar y, quien quiera, apostar, pues Woods es quinto máximo favorito al título en las casas de apuestas.
Woods regresa a Augusta por primera vez desde 2015 y es tal su felicidad por su estado físico que en un momento llegó a definirse a sí mismo como "un milagro andante" tras el calvario médico que ha tenido que superar en los últimos años -escándalo por conducir bajo los efectos de sus medicinas incluido-. Sin embargo, la felicidad parece destinada a no ser nunca plena para él: ahora mismo se encuentra inmerso en una batalla legal para impedir que una de sus exnovias divulgue detalles íntimos de su relación.
La amenaza de su exnovia Kristin
Kristin Smith no es tan conocida como Lindsey Vonn, pero al igual que la esquiadora fue novia de Tiger Woods durante casi dos años, concretamente de noviembre de 2015 a agosto de 2017. En ese tiempo, el golfista fue mucho más celoso de la intimidad de su vida privada, pues una vez se divorció de Elin Nordegreen se hicieron públicos más de 120 affairs durante su matrimonio y sus problemas de adicción al sexo.
Aquello parecía sepultado en el olvido de una vida pasada, con Tiger entregado a sus hijos, con los que ha aparecido sistemáticamente en público y junto a otros deportistas profesionales, ya fuera en los amistosos de pretemporada del Barcelona en Estados Unidos con Messi y Luis Suárez o en el palco personal de Rafa Nadal junto a la familia del manacorense durante el último US Open. Sus relaciones, aunque conocidas, quedaban al margen. Hasta ahora.
Según informa el portal TMZ, Woods y Kristin Smith se encontrarían en estos momentos en una enconada batalla legal porque ella pretende romper el acuerdo de confidencialidad que el golfista le hizo firmar a cambio de una sustancial cantidad de dinero. Y para ello utiliza un argumento de peso: la relación entre ellos terminó a consecuencia de una infidelidad del Tigre, lo que podría desarmar la defensa de Woods para mantener el acuerdo.
Kristin Smith, que posee una empresa de moda llamada The CLAD Life y es madre soltera -se divorció del exjugador de los Dallas Cowboys Gerald Sensabaugh, padre de su hijo de siete años- ha declarado que Woods ha tratado de chantajearla para que no siga adelante y que la ha amenazado con publicar fotos íntimas. Sin embargo, fuentes cercanas a la exnovia del golfista señalaron a TMZ que ella únicamente está esperando para "poder contar una gran historia".
El pasado siempre vuelve. Quizás también en forma de Chaqueta Verde.