Este jueves da comienzo el Masters de Augusta 2019 con Tiger Woods como gran atractivo. Esta historia podría llamarse la caída y resurrección de uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. El estadounidense quiere volver a ser uno de los grandes en el circuito y para ello se ha puesto como objetivo ganar uno de los Major de la temporada. Su primera prueba estará en el Augusta National Club.
En estos momentos Woods está fuera del Top Ten, ocupa el puesto número 12 de la clasificación mundial -acabó el 2018 en la posición 13-. Fue, precisamente, el año pasado cuando se volvió a ver la mejor versión del golfista californiano. 'Tiger' logró ganar un PGA Tour, en el Tour Championship, y su ambición le hace querer luchar por un Major -uno de los cuatro grandes del circuito- este año.
Tiger Woods no disputa el Masters de Augusta desde el 2013. Antes, se proclamó vencedor del torneo en cuatro ocasiones, siendo la primera hace más de 20 años. En abril de 1997, un jovencísimo y desconocido Woods ganó en Augusta convirtiéndose así en el primer golfista negro en ganar el gran campeonato de golf. Además, lo consiguió siendo el más joven, el que lo hizo con una mayor puntuación y, también, sacando más ventaja al segundo clasificado.
En aquella primavera de 1997, el estadounidense, con raíces tailandesas y holandesas, se había convertido en la gran sensación del circuito. Todo el mundo hablaba de él después de hacerse con algún torneo importante. Pero lo mejor estaba por llegar. Pegada y talento eran su carta de presentación para ponerse, finalmente, la preciada chaqueta verde. Era el punto de partida en el comienzo de la leyenda.
La recuperación de Tiger
Después de protagonizar varios capítulos extradeportivos que le hicieron acaparar minutos en programas y revistas de la prensa sensacionalista, Tiger Woods quiere recuperar el trono. Desde la organización están encantados con su regreso, ya que esperan una mejor audiencia con él: "No solo habrá miles de personas caminando detrás de él en el campo de golf. Encenderá millones de televisores y eso es bueno para este deporte".
1997, 2001, 2004 y 2005, estas son las cuatro ediciones en las que Tiger Woods se puso la famosa chaqueta verde. De las últimas ocho veces que jugó en Augusta, quedó en el Top 5 en siete de ellas. El golfista nunca ha ocultado que los campos del club de Georgia le vienen muy bien a su estilo.
Superados sus problemas de cuello y espalda, está listo para volver a ganar. "Siento que estoy haciéndolo mejor que nunca. En Augusta, el putt es importante, así que esperemos que las cosas terminen bien", ha asegurado antes del comienzo del torneo.
Delante tendrá a los mejores del mundo en estos momentos, aunque ninguno de los diez primeros del ranking hayan ganado nunca el Masters de Augusta. El primero de la clasificación en haberlo hecho es él desde el puesto 12. Motivación no le falta para repetir victoria. "Saldré a disfrutar. El score se dará solo si juego bien", ha sentenciado Tiger Woods.
Augusta, un torneo históricamente clasista
El Masters tiene lugar en el estado sureño de Georgia. El Augusta National Club se caracterizaba en la década de los 60 y los 70 por tener sobre su campo a solo golfistas blancos, que iban acompañados por caddies de raza negra. No fue hasta 1975 cuando el pionero Lee Elder hacía historia siendo el primer jugador negro en jugar este torneo. Lo hizo rodeado de fuertes medidas de seguridad y con una anécdota: tuvo que alquilar dos casas para evitar posibles ataques contra su persona.
Todo esto parece cosa del pasado, pero no fue hasta el 2005, ya en pleno siglo XXI, cuando el Augusta National Club aceptó entre sus socios a varias mujeres. Entre ellas la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice. Pero hay que avanzar en el tiempo para que se hayan podido ver a mujeres jugando un campeonato aquí. Ha sido este mismo 2019 cuando se ha celebrado el Augusta National Women's Amateur, que se llevó, cumpliendo los pronósticos, Jennifer Kupcho.
[Más información: Jon Rahm se medirá a Tiger Woods en los primeros dos días del Masters de Augusta]