Tiger Woods hizo historia tras ganar su 15º grande conquistando el Masters de Augusta. Al terminar el torneo el golfista estadounidense se mostraba tremendamente feliz por ello.
"Esto es completamente irreal. Este torneo ha sido tan importante para mí y mi familia durante estos años que volver a ganar aquí es increíble. Además, ha habido tantos escenarios posibles al final, tantos jugadores jugando bien y con opciones de ganar. Ahora entendéis porque me estoy quedando calvo", dijo Tiger Woods en la sala de prensa.
Su familia siempre ha sido un pilar fundamental para él, ya que en todo momento le han estado apoyando: "Tener aquí a mi madre y a mis hijos ha sido muy especial. El amor que me han dado mis hijos durante estos últimos años tan difíciles para mí ha supuesto un mundo. Ellos volaron a Escocia el verano pasado para ver la última jornada del British Open y no pude ganar. No quería que me vieran perder dos veces".
"Los niños están empezando a entender lo que este deporte significa para mí y lo que he conseguido en este deporte. Durante algunos años veían que no era capaz de hacer un swing", reconoció.
Muchos años sin ganar nada, Tiger Woods reconoció que pensó que no volvería a conquistar ningún torneo más: "Tuve dudas serias hace dos años, no podía sentarme, tumbarme, prácticamente nada. Me operé para poder tener una vida normal y fue después cuando me di cuenta de que de alguna manera podía coger un palo otra vez".
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