El inicio del torneo de golf Charles Schwab Challenge, el primero de la PGA Tour tras la suspensión de la pandemia del coronavirus, que se jugó sin público y con la novedad de colocar micrófonos a los jugadores mientras hacían el recorrido dejó la primera sorpresa desagradable y a un veterano excampeón del torneo en plena forma. El español Jon Rahm fue protagonista.
Esta vez, a través de la cadena de televisión CBS, que tiene los derechos de trasmisión del torneo, en lugar de escucharse "entrar en el hoyo" se oyó la expresión de "jo... que buen golpe" por parte del estadounidense Brooks Koepka tras el birdie que logró Rahm en el octavo hoyo que era el del par.
La expresión fue recogida en el audio de la transmisión, pero de inmediato el comentarista Jim Nantz se dio cuenta y reaccionó con rapidez al decir que "bueno, esperábamos un mejor audio sin aficionados alrededor del campo", comentó Nantz. "Disculpe si alguien se ofendió por lo que pudo haber escuchado".
La mayoría de los jugadores cuando el martes se les preguntó con relación a tener los micrófonos abiertos mientras hacían el recorrido admitieron que no era algo que deseaban porque no se sentían confortables ni podían expresarse con normalidad mientras están en plena acción.
Como la que tuvo el veterano estadounidense Tom Lehman, de 61 años, 11 temporadas de su carrera en el Champions Tour, quien como campeón del torneo (1995) volvió con una invitación al Colonial Country Club, donde no jugaba desde el 2013.
Lehman, jugando en un campo repleto de estrellas que incluye a los cinco jugadores mejor clasificados del mundo y 16 de los 20 mejores, Lehman hizo un 5-bajo 65 para colocarse dos golpes fuera del liderato que ocupan Justin Rose y Harold Varner III con siete bajo par (63).
Al comentar su actuación admitió que tenía confianza que iba a jugar bien, pero nunca pensó que podría lograr un 65 y en la primera jornada del torneo.
La nueva normalidad del golf
Incluso sin espectadores, distanciamiento social, recubrimientos faciales, desinfectante de manos, pruebas Covid-19 y la llamada "burbuja" que el PGA Tour ha intentado crear en el primer torneo después de un paréntesis forzado de tres meses, el Charles Schwab Challenge tiene la oportunidad de devolver algo de normalidad no solo al golf, sino también al deporte profesional.
En ese sentido también puede ser el primer paso importante para que competiciones como la Ryder Cup, al final, se pueda disputar, pero tanto los jugadores estadounidenses como los europeos confirmaron este jueves en Texas que solo se disputará si hay aficionados.
El número uno del mundo, el norirlandés Rory McIlroy y el estadounidense Brooks Koepka, que mantienen una gran rivalidad, estuvieron de acuerdo en esa premisa, sin la cual no están dispuestos a participar.
La Ryder Cup esta prevista disputarse el próximo septiembre, cuando está programada en el Whistling Straits Golf Course de Wisconsin.