El regreso del público a los torneos deportivos es uno de los hechos que más celebran las estrellas de cada disciplina. Sin embargo, hay ocasiones como la del Abierto de España de golf donde la presencia de aficionados acaba pasando factura a los grandes protagonistas. Algo que ha podido comprobar en primera persona Jon Rahm, número uno del mundo y que ha tenido que pedir mayor respeto a los presentes en el torneo nacional.
Durante la jornada de este viernes, el golfista español protagonizó una de las imágenes del día. Tras un golpe, un micrófono presente recogió una pequeña protesta de Jon Rahm por el sonido de las cámaras y los teléfonos. Un leve ruido que fue suficiente para romper un momento de concentración del de Barrika.
"Hay mucha gente", aseguró ante los medios en zona mixta. "Diría que por favor pongan el teléfono en silencio porque cada vez que vas a hacer un lanzamiento hay varias llamadas y suenan constantemente los mensajes. Son cosas que pasan, pero hay veces que descentra un poco", espetó el golfista cuando finalizó su participación.
Rahm celebró el regreso del público, pero puso esa advertencia sobre la mesa para evitar que se repitiera en otras ocasiones. "Es algo muy bueno que haya tanta gente, es un orgullo, y como jugador es más fácil culpar a alguien que no sea yo", reconoció el mejor golfista del ranking, que quitó seriedad al asunto al recalcar que puede servir para quitarse "la culpa y la frustración por algunas cosas".
Y es que, pese a incidentes como el de los ruidos, Rahm apuesta por "jugar con este público" al que valora "mucho" porque le hace sentir "muy bien". Según el vasco, es "consciente" de que los aficionados presentes no cometen esos errores a sabiendas de que afectan a los golfistas participantes. "La gente no se da cuenta y quiere hacer todo el rato fotos y vídeos", ha asegurado en declaraciones recogidas por Efe, "para recordar el momento o ponerlo en Instagram". Sin embargo, Rahm ha reconocido que no se ha podido adaptar: "No estoy acostumbrado a esto".
El público influye
El español, cabe recordar, participó hace semanas en la Ryder Cup que se desarrolló en Whistling Straits. La organización norteamericana permitió la presencia de aficionados y la grada jugó un papel fundamental con amplias celebraciones. Una actitud que también generó algo de molestia entre los golfistas europeos, pero que finalmente quedó en el olvido por la diferencia en el marcador.
Estados Unidos acabó con un resultado histórico y se impuso ante Europa en la pelea por la Ryder Cup. Jon Rahm, que defendió su número uno del mundo, comenzó el torneo liderando al equipo europeo y acabó perdiendo en una de las derrotas sorpresa de la jornada. Pese a ello, ya busca un nuevo triunfo en el Abierto de España que comenzó este pasado jueves.
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