Las claves del regreso de Tiger Woods al golf tras esquivar la muerte: un plan para evitar la presión

Febrero de 2021 quedó marcado en la memoria de Tiger Woods tras mirar cara a cara a la muerte. El golfista tuvo un grave accidente de tráfico y estuvo a punto de perder la vida. Su estado de forma y las lesiones sufridas hicieron casi imposible que volviera a competir. Pero un año después, el histórico golfista está preparado para dar la sorpresa en el Masters de Augusta. La decisión no es sencilla y el estadounidense, como viene demostrando en los últimos meses, no arriesgará lo más mínimo.

"Me dirigiré a Augusta hoy para continuar con mi preparación y práctica. Si compito será una decisión tomada en el momento", explicó en sus redes sociales tras numerosos rumores. Woods ya se ha dejado ver entrenando. Ahora la incógnita está en si decide dar el paso y volver a competir al máximo nivel o si retrasa una esperada aparición. Cualquier movimiento es posible.

El trabajo de Tiger Woods para llegar a este Masters comenzó hace meses. El golfista, una vez vio que podía superar las lesiones más graves, decidió establecer un plan de entrenamiento con el objetivo de volver a ser el que era. El mejor y no el que solo protagonizaba titulares por sus escándalos. Para ello, Tiger comenzó a trabajar con una premisa: competir en todo el circuito sería imposible.

El ejemplo que él mismo se puso fue el de Ben Hogan, histórico golfista que tras superar un accidente logró volver a ser campeón. La estrategia que siguió fue sencilla: renunciar a algunos torneos para centrarse en los más importantes. Todo para poder convivir con unas limitaciones físicas que le acompañarán en sus últimos años de carrera profesional.

Además, estas renuncias quitan presión a un Tiger Woods que no quiere crearse una atmósfera de constante tensión. No es para menos, pues parece difícil volver a ver su mejor versión. Y el caso más cercano para confirmar que Tiger va día a día es que a mediados de febrero fue incapaz de determinar cuándo volvería a jugar. Apenas dos meses después, el estadounidense está muy cerca de competir en la cita más importante para la mayoría de golfistas.

Tiger Woods, apoyado en su hijo y ayudándose del respaldo generado en el sector del golf tras su duro accidente, ya ha dejado atrás las lesiones en la pierna y en el tobillo. Ni tiene el mismo físico ni mantiene el porte que lucía hace años. Sin embargo, el simple hecho de verse en condiciones de competir de manera oficial supone un gran paso. Woods no quiere volver para fracasar. Si tiene que renunciar, lo hará. Su vuelta al circuito solo se realizará bajo la total seguridad de que puede dar guerra.

Potencial económico

Para comprender la situación de Tiger Woods hay que valerse de sus datos económicos. El golfista ha conseguido labrarse una gran relación con las marcas a pesar de todas las polémicas que le han rodeado. Y solo basta con comprobar sus ingresos para demostrar que ese vínculo empresarial sigue casi intacto más allá de sus diferentes conflictos extradeportivos.

La revista Forbes, que funciona prácticamente de medidor de la fortuna de los deportistas, cifró los ingresos de Tiger Woods en algo más de 60 millones de dólares en sus datos de 2021. El golfista apenas ingresó 200.000 dólares por su trabajo en las pistas de golf. El resto, es decir, los 60 millones de dólares restantes llegaron gracias a sus acuerdos de patrocinio con diferentes marcas.

Tiger Woods es leyenda. Pero también es un nombre propio con el que impulsar cualquier producto. Después de su reconciliación con el mundo del golf tras su duro accidente, el estadounidense continúa asentándose como un deportista capaz de facturar millones sin importar su estado de forma actual.

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