El nombre de Tiger Woods ha ido ligado a éxitos y polémicas. Cielo e infierno para uno de los deportistas más grandes de todos los tiempos. El pasado año, el golfista sufrió un grave accidente de tráfico. Se llegó a temer por su vida. Una vez estabilizado, se especuló con que podría perder una pierna. Poco a poco fue recuperándose y la mejor noticia llegó antes del Masters de Augusta de este 2022.
Tiger estaba de vuelta. No pudo volver a ponerse la chaqueta verde, pero sí que dio un auténtico ejemplo de superación que se aplaudió en todo el mundo. Aunque ahora el golfista ha sido noticia por otro motivo. Uno cuando menos llamativo. Para ponernos en situación hay que retroceder a los inicios del Siglo XX.
Fue entre los años 2000 y 2001 cuando Tiger Woods firmó una de las rachas más elogiadas en la historia del deporte. Esta racha de victorias en Majors llega a nuestros días a través de los palos que utilizó el de California. Esos hierros del conocido como 'Tiger Slam' han batido récords en una reciente subasta.
Una puja récord
El quince veces ganador de un Major en el golf conquistó el US Open, el British Open y el PGA Championship en el año 2000. En 2001 continuó con su racha triunfal en el Masters de Augusta (la última vez que ganó uno de los cuatro grandes fue en 2019, año en el que se puso la chaqueta verde).
Pues bien, por el juego de palos que utilizó en esos torneos han llegado a pagar en este 2022 más de 5 millones de dólares. Exactamente, 5.156.162 dólares. Esto rompe cualquier registro establecido con anterioridad en lo que se refiere a las subastas de objetos del golf. El anterior récord lo tenía la chaqueta verde de Horton Smith. Por ella se pagó, en 2013, 682.000 dólares.
Esta subasta récord llega, precisamente, después de la esperada reaparición del golfista californiano. Su regreso no podía ser en otro torneo que en el Masters de Augusta, aunque ya ha confirmado que estará en Saint Andrews, en el British Open, a partir del próximo 14 de julio. Un torneo que le encanta.
"Como un Rembrandt"
Los hierros de Tiger Woods fueron subastados por Todd Brock, inversionista de capital privado. Este, según los informes de la investigación para constatar que los palos eran de verdad los que utilizó el maestro del golf, se hizo con ellos en el año 2010. Logro adquirirlos después de pagar, en otra subasta de Steve Mata, vicepresidente de Titleist, 57.242 dólares.
Steve Mata tuvo que someterse al polígrafo para poder demostrar que los hierros eran auténticos. También Todd Brock hizo su trabajo para no ser timado. Ahora este último explica todo el trayecto: "Los he tenido durante doce años y no le he dicho a nadie que los tenía".
"Estaban en un marco muy bonito en mi oficina. No soy un inversionista de recuerdos, por lo que nadie se fijó en los hierros", apunta en declaraciones para ESPN. "He tenido la oportunidad de verlos durante doce años. Es como un Rembrandt, donde alguien lo lleva a su castillo y nunca se le vuelve a ver". "Me sentí bendecido por poder pasar el rato junto a ellos y mirarlos. Pero es hora de que alguien más haga algo más grande y mejor con ellos", añade Brock.
Pese a la autentificación, Mark Steingber, agente de Tiger Woods, niega la mayor: "Tiger tiene el auténtico juego de los Slam irons en su casa". Ante esta acusación, Golden Age Auctions mantiene la legalidad de los hierros: "No pondríamos nada a la venta en lo que no confiáramos plenamente". "Solo miren la marca de desgaste del hierro 8. Ese palo fue claramente golpeado en el centro muerto miles de veces por el mejor golpeador de pelota del mundo", sentencian después de la subasta más grande en la historia del golf.
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