El golf está inmerso en una guerra interna entre los deportistas que han optado por irse al LIV Golf, la Superliga saudí, o quedarse en los circuitos tradicionales, como el PGA Tour. Muchos golfistas de primera fila han optado por la primera opción debido a las cuantiosas recompensas económicas que llegan desde Arabia por jugar sus torneos, sin embargo, desde el otro bando rechazan este nuevo circuito, alejado de la tradición golfista.
Por si hacía falta algún ingrediente más, ahora ha sido Donald Trump, expresidente de EEUU y golfista desde hace muchos años, quien ha tomado parte en el asunto. Trump es dueño de varios campos de golf alrededor del mundo y, en esta ocasión, uno de sus clubes (el Trump National Golf Club) acogerá un torneo del LIV Golf Tour, el Pro-Am de Bedminster.
Este torneo, el tercero del circuito del LIV Golf, rival del PGA Tour, ha llevado a muchas estrellas de este deporte como Dustin Johnson, Bryson DeChambeau, Phil Mickelson, Brooks Koepka o Sergio García. Entre otras particularidades, este torneo se llevará a cabo sin la presencia de aficionados.
"Creo que LIV ha sido algo grandioso para Arabia Saudí, para su imagen", dijo Trump en una entrevista en el Wall Street Journal. "Creo que será una inversión increíble, y eso es más valioso que muchas otras cosas porque no puedes comprar eso, incluso con miles de millones de dólares".
Trump se ha decantado por el LIV Golf Tour después de que la PGA of America decidiera cambiar el campo donde se jugaría el PGA Championship, que estaba programado para ser precisamente en Bedminster. El motivo no es otro que las revueltas del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Washington en los que se acusó a Trump, entonces presidente, de inacción a la hora de parar las masivas protestas en la capital de EEUU.
La decisión, según el CEO de PGA of America, Seth Waugh, se tomó por la "situación política" y porque no era de su interés ver su organización asociada al nombre de Donald Trump.
"Para él es algo comercial, y no creo que esté particularmente preocupado por la imagen que le dará", dijo sobre Trump Joseph Westphal, embajador estadounidense en Arabia Saudí durante la administración de Obama.
Geopolítica y golf
Una cuestión que adquiere tintes geopolíticos y que ha ido cambiando a lo largo de los años, ya que Trump no siempre fue un acérrimo defensor del gobierno saudí. Como candidato presidencial en 2016, acusó a los saudíes de un papel decisivo en el 11-S y, al unir los nombres de Arabia Saudí y Qatar durante una intervención pública, criticó las políticas de esos países respecto a los homosexuales y el papel y el trato que reciben las mujeres.
Sin embargo, a su llegada al despacho Oval, Trump adoptó un tono mucho más conciliador. Su primer viaje al extranjero como presidente fue a Riad, donde fue agasajado por las autoridades locales. En 2018, después de que funcionarios de inteligencia estadounidenses concluyeran que el príncipe Mohammed había autorizado el asesinato de Khashoggi, Trump se resistió a culpabilizar al heredero de manera pública.
Una relación que va más allá de la política y que ahora encuentra un nuevo punto de apoyo en el golf. De hecho, la organización del LIV Golf dijo esta semana que realizará 14 eventos el próximo año, frente a los ocho de 2022, y ofrecerá 405 millones de dólares en premios, un aumento de los 255 millones que están en juego este año.
Aunque la competición ha atraído a estrellas como Mickelson y Johnson, desafiando al PGA Tour, que ha impuesto suspensiones a los jugadores rebeldes, otros destacados golfistas han condenado al grupo disidente. Tiger Woods dijo que los desertores habían "dado la espalda a lo que les permitió llegar a esta posición". También apoyó la decisión de R&A, el organizador del Abierto Británico, de desterrar a Greg Norman, director ejecutivo de LIV y dos veces ganador del Abierto, de las festividades en Escocia este mes.
[La venganza de Donald Trump contra la PGA: de albergar el Championship a aliarse con Arabia Saudí]
El español Jon Rahm también se puso del lado del PGA Tour: "Ha hecho un trabajo increíble brindándonos la mejor plataforma para que podamos jugar. Veo algunos de los, lo diré con delicadeza, puntos o argumentos que pueden hacer que algunos profesionales prefieran el LIV Golf pero, parte del formato no me atrae mucho. Tres días para mí no es un torneo de golf, y sin corte. Es así de simple. Quiero jugar contra los mejores del mundo en un formato que ha existido durante cientos de años", sentenció el de Barrika.
Por el otro lado, algunas de las críticas más feroces provienen de las familias de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre, que se quejan de que Trump había expresado previamente sus dudas sobre Arabia Saudí y que ahora ha virado el rumbo para su beneficio personal.
El golf, en dos bandos
Pero más allá de la figura de Trump, el golf parece estar resquebrajándose día tras día en dos facciones. El circuito americano suspendió este jueves a 17 golfistas que están participando en la Superliga saudí y anunció que los que jueguen los próximos eventos, como Bryson DeChambeau, ganador del US Open en 2020, y Patrick Reed, vencedor del Masters en 2018, como el de Portland, seguirán el mismo camino.
No podrán participar en ningún torneo del PGA Tour, tampoco en los tours de Canadá, Latinoamérica ni ninguno relacionado con el PGA Tour, y se espera que el circuito europeo, el DP World Tour, siga la misma línea.
Algunos, como Sergio García y Dustin Johnson, han renunciado ya a su exención en el circuito americano, por lo que han sido eliminados de los ránkings oficiales (FedEx Cup). "Los jugadores han tomado su decisión, basada únicamente en una cuestión monetaria", dijo el comisionado del PGA Tour, Jay Monahan.
Unas medidas que ya han llegado incluso al Departamento de Defensa de Estados Unidos, donde se está investigando al PGA Tour por prácticas monopolísticas frente al LIV Golf.
"Los miembros del PGA Tour no están autorizados a participar en el evento de la liga saudí en Londres (el primer torneo del LIV Golf) bajo nuestras reglas. Como organización de membresía, creemos que esta decisión va en el mejor interés del tour y de sus jugadores", defendió en mayo el presidente del PGA Tour, Tyler Dennis.
Para contrarrestar el músculo financiero y las suculentas recompensas del circuito saudí, el PGA Tour anunció a finales de junio un incremento de sus premios a partir de 2023.