Rahm, un discreto Masters de Augusta y tensión por el LIV Golf: "Alguno no me mira a la cara"

El Masters de Augusta se clausuró con la victoria de Scottie Scheffler y la discreta participación del español Jon Rahm. El golfista que se puso la chaqueta verde en 2023 cerró la última jornada con un +4 (76 golpes) y un acumulado de +9, su peor tanto en sus ocho participaciones en el torneo.

Era la primera vez que Rahm volvía a coincidir con sus compañeros del PGA Tour desde que dejara el circuito para unirse al bando del LIV Golf. El de Barrika logró birdies en los hoyos 1, 3 y 7, pero incurrió en tres bogeys y dos doble bogeys.

El golfista vasco firmó un torneo con un +1 el jueves, un +4 el viernes y un par el sábado, lo que le dejó con un +5 antes de empezar la última jornada, a 12 golpes del líder, Scheffler, ganador también en 2022.

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A Rahm no le sorprendieron ciertas reacciones, sin decir cuáles, de algunos golfistas con los que se reencontró: "Era algo que esperaba. Con alguno que tenía una relación más cordial no me mira a la cara. También [hubo] lo contrario, alguno que pensaba que iba a estar muy seco y me dio un abrazo. Los que son mis amigos siguen siendo mis amigos y los que no lo eran, pues ya se sabe. Sabía que iba a pasar, sólo me faltaba saber quién".

Su flojo nivel mostrado en el Masters de Augusta no siente que sea una consecuencia por 'mudarse' a LIV Golf, un circuito sin tradición: "¿No he ganado en un año? Es verdad, pero he estado peleando por ello en todos los torneos del LIV. A mí no me preocupa eso. En el golf pierdes o ganas por detalles. Tampoco soy Tiger. Ese momento al que mucha gente se refiere fueron tres meses el año pasado", sostuvo defendiendo la decisión que tomó para irse a una liga en construcción.

Jon Rahm cede la chaqueta verde del Masters de Augusta a Scottie Scheffler EFE

Rahm acabó 45º. Su compatriota José María Olazábal, dos veces ganador del Masters (1994 y 1999), terminó con el mismo resultado: 297 impactos (+9). Este domingo, el guipuzcoano, de 58 años, se despidió del torneo con el par del campo (72), con tres birdies por tres bogeys. El tercer español en Augusta, el castellonense Sergio García, campeón en 2017, no pasó el corte con dos rondas de 72 y 79.

"Tampoco jugué tan mal como dice el resultado. Jugué muy buenos hierros. Y los golpes que fallé no fueron por mucho. Y físicamente me sentí muy bien, he mejorado mi nutrición y me siento fantástico. Habrá que analizar lo que ha pasado y pensar en el siguiente. Pero va a ser rápido", defendió Rahm sobre su paso por el Masters de Augusta un año después de ponerse la chaqueta verde. La alegría fue presidir la tradicional cena de campeones en la 88 edición del torneo.

Scheffler ejerció de número uno del mundo al ganar con autoridad su segundo Masters de Augusta, mientras que Rahm salió del podio de la clasificación universal al caer a la cuarta plaza. En cinco semanas será turno del PGA Championship, el 'grande' estadounidense que le queda por ganar: "Está aún lejos. Ahora me tengo que ir al otro lado del mundo -LIV en Australia y Singapur- y tampoco creo que llegar picado por este resultado al siguiente grande sea algo bueno".

Scheffler consolidó con su victoria su absoluto liderazgo. Encabeza la lista con 13.99 puntos de media, cada vez más lejos del norirlandés Rory McIlroy (7.65), vigésimosegundo en el primer torneo del Grand Slam de la temporada.

El también estadounidense Xander Schauffele, octavo, es el jugador que, con 6.34, saca del podio a Rahm (6.31), que no se encontraba fuera del trío puntero desde enero de 2023, así como también hace descender a su compatriota Wyndham Clark (6.13).