Hailey Davidson, golfista transgénero, compitiendo en un torneo de LPGA Tour

Hailey Davidson, golfista transgénero, compitiendo en un torneo de LPGA Tour Orlando Sentinel

Golf

Las nuevas políticas de la LPGA y la USGA redefinen la elegibilidad de golfistas trans en competiciones femeninas

Publicada

Las organizaciones deportivas LPGA (Ladies Professional Golf Association) y la Asociación de Golf de los Estados Unidos (USGA) han introducido cambios significativos en sus políticas de elegibilidad para las competiciones femeninas, con miras a "garantizar la equidad y preservar la integridad competitiva".

Estas normativas, que entrarán en vigor en 2025, establecen que solo podrán participar en torneos femeninos aquellas jugadoras asignadas como mujeres al nacer o quienes hayan realizado su transición antes de la pubertad masculina. Este cambio se implementa tras un exhaustivo análisis de datos científicos, legales y deportivos que busca mantener un balance justo en los eventos de élite.

El desarrollo de estas nuevas políticas no fue una tarea sencilla ni apresurada. Según informó la LPGA, el cambio es el resultado de más de un año de análisis en colaboración con "expertos en medicina, fisiología deportiva, ciencias del deporte y derecho de políticas de género".

Entre las conclusiones presentadas, destaca que la exposición a la pubertad masculina otorga ventajas físicas irreversibles, como mayor densidad ósea, fuerza muscular y capacidad cardiovascular, aspectos que influyen directamente en el rendimiento deportivo, incluso en disciplinas técnicas como el golf.

La comisionada de la LPGA, Mollie Marcoux Samaan, explicó que estas normativas buscan equilibrar la inclusión de todas las identidades de género con la equidad competitiva. "Nuestro enfoque está basado en la ciencia y refleja un compromiso continuo con garantizar que todos se sientan bienvenidos en nuestra organización, mientras preservamos la justicia en nuestras competiciones de élite", declaró Samaan.

Por su parte, el CEO de la USGA, Mike Whan, indicó que estas políticas están alineadas con otras medidas adoptadas en deportes como la natación y el atletismo. "La equidad competitiva fue nuestro faro guía. No se trata de política, sino de asegurarnos de que nadie tenga ventajas competitivas indebidas. Este enfoque nos permite garantizar que todos los torneos femeninos reflejen un campo de juego justo", añadió.

Normativa previa

Estas nuevas políticas marcan un cambio importante respecto a las normativas anteriores. En 2010, la LPGA eliminó su requisito de que las jugadoras fueran "mujeres al nacer" después de que una mujer transgénero demandara a la organización por discriminación.

Desde entonces, la LPGA permitió la participación de jugadoras transgénero, siempre y cuando hubieran completado al menos un año de terapia hormonal y una cirugía de reasignación de género.

Sin embargo, la reciente ola de debates sobre la participación de atletas transgénero en deportes femeninos, junto con el éxito competitivo de golfistas como Hailey Davidson, puso el tema bajo un escrutinio renovado.

Davidson, quien comenzó su transición en sus 20 años y se sometió a una cirugía de afirmación de género en 2021, quedó a un golpe de clasificar para el US Women’s Open este año y logró un lugar parcial en el Epson Tour para 2025. No obstante, bajo las nuevas políticas, no será elegible para competir en ninguno de estos eventos.

Davidson expresó su frustración en redes sociales, calificando las decisiones de la LPGA y la USGA como una exclusión injusta. "No puedo decir que no lo veía venir", escribió en una historia de Instagram. "Prohibida del Epson y la LPGA. Gracias a todos los que decidieron quedarse en silencio. Esto sucedió por su falta de acción".

Reacciones divididas

La implementación de estas políticas ha generado una fuerte división en la comunidad del golf y en el ámbito deportivo en general. Mientras que defensores de las nuevas normativas argumentan que son necesarias para proteger la equidad en el deporte femenino, críticos señalan que estas medidas excluyen injustamente a las atletas transgénero y limitan su participación en competiciones de élite.

Amy Olson, exjugadora de la LPGA y embajadora del Independent Women’s Forum, ha sido una de las voces más prominentes a favor del cambio. Olson lideró una carta firmada por más de 250 golfistas profesionales actuales y retiradas, instando a la LPGA y a la USGA a reevaluar sus políticas de inclusión.

En un video publicado en Instagram, Olson calificó las nuevas normativas como "una victoria masiva para las atletas femeninas". "Esto reconoce que nuestra composición cromosómica afecta nuestro desarrollo de formas que son irreversibles. Gracias a la LPGA y la USGA por tener el coraje de liderar este cambio", expresó.

En contraste, figuras como Davidson y organizaciones que abogan por los derechos de las personas transgénero critican estas políticas por perpetuar la exclusión y limitar las oportunidades de las mujeres transgénero en el deporte.

"Esto no es solo una cuestión de equidad, también es una cuestión de humanidad y de garantizar que todas las personas tengan un lugar en el deporte", señaló un portavoz de una organización LGBTQ+ en un comunicado.

Perspectiva futura

Las políticas de la LPGA y la USGA se suman a una creciente lista de federaciones deportivas que están adoptando normativas similares en respuesta al debate sobre la participación de atletas transgénero en deportes femeninos.

En 2022, la Federación Internacional de Natación (FINA) estableció reglas que prohíben competir a nadadoras transgénero que hayan experimentado cualquier etapa de la pubertad masculina. Del mismo modo, World Athletics introdujo restricciones similares en el atletismo.

No obstante, la LPGA y la USGA han destacado que estas políticas están sujetas a revisión conforme avancen las investigaciones médicas y científicas sobre el tema. "Es probable que estas reglas cambien con el tiempo a medida que la medicina evolucione", señaló Mike Whan. "Lo importante es que, en este momento, estas normativas están respaldadas por datos y son necesarias para garantizar la equidad".

Más allá de los debates éticos y científicos, las nuevas políticas tendrán un impacto significativo en el golf femenino. Jugadoras como Hailey Davidson, que han trabajado arduamente para alcanzar un nivel competitivo en el circuito profesional, se ven ahora excluidas de las principales competencias.

Esto plantea preguntas sobre cómo equilibrar la equidad deportiva con el principio de inclusión, un desafío que enfrentan todas las organizaciones deportivas en la actualidad.

Por otro lado, las normativas también podrían fortalecer la confianza de las atletas y de los aficionados en la integridad de los torneos femeninos. "Estas políticas envían un mensaje claro de que estamos comprometidos con garantizar que todas las jugadoras compitan en igualdad de condiciones", comentó un representante de la LPGA.

La decisión de la LPGA y la USGA de actualizar sus políticas de género refleja el complejo equilibrio entre ciencia, equidad e inclusión en el deporte moderno. Aunque estas normativas están diseñadas para garantizar la justicia competitiva, también subrayan la necesidad de un diálogo continuo sobre cómo hacer del deporte un espacio inclusivo para todos.