Las cinco etapas del hundimiento de los 'Hispanos'
España ha caído en semifinales europeas y mundiales, un partido por el bronce y una final europea además de ante Suecia bajo la dirección de Manolo Cadenas.
11 abril, 2016 01:15Noticias relacionadas
España ha sido incapaz de ganar un partido trascendental desde que Manolo Cadenas tomó las riendas del combinado masculino de balonmano en mayo de 2013. Al oro en el Mundial doméstico de aquel año le siguieron otras medallas más adelante, pero a los 'Hispanos' les ha acompañado una sensación agridulce permanente tras hollar la cima planetaria. Los éxitos han perdurado, sí, pero quizá también las oportunidades perdidas. Para muestra, cinco días D que acabaron con final trágico para nuestra selección cuando la gloria estaba a la vuelta de la esquina.
1. Francia puede más en semis (Europeo 2014)
Con la dolorosa derrota en los últimos instantes de los cuartos de final olímpicos de 2012 aún en la retina, España y Francia buscaron un puesto en la final continental. Aunque el encuentro estuvo igualado hasta su final, los integrantes de la generación dorada gala mostraron mayor solidez a la hora de la verdad (30-27). Y eso que no fue su mejor encuentro.
Lastrados por sus fallos a la hora de gestionar las superioridades numéricas, los hombres de Cadenas murieron en la orilla. Aun ganando por dos al descanso, dependieron en exceso de Joan Cañellas. Sus 10 tantos se sobrepusieron individualmente a los 8 de Luc Abalo, pero no de forma colectiva.
La remontada que siguió a un inicio desastroso alentado por las paradas de Omeyer acabó quedando ensombrecida en los minutos decisivos. Los 'Hispanos' acabarían conquistando in extremis el bronce continental ante Croacia (28-29).
2. Nuevo batacazo ante Francia (Mundial 2015)
La selección volvía a medirse a 'Les Experts' por segunda semifinal consecutiva tras clasificarse con un gol sobre la bocina de Cañellas ante Dinamarca. Esa épica desapareció contra los galos, con la defensa perdiendo toda la efectividad demostrada en anteriores fechas del campeonato (22-26). Y eso que se intentó dar la vuelta al marcador durante la segunda parte.
Pero fue imposible superar, otra vez, a Omeyer, un auténtico muro en la portería contraria (20 paradas de 42 lanzamientos). Aunque Gonzalo Pérez de Vargas llegó a contagiarse durante unos minutos de la buena dinámica de su homólogo francés, sus paradas no significaron el triunfo español.
Los 'Hispanos' intentaron correr, haciendo honor a su estilo, pero apenas lo lograron. Al otro lado de la pista, los hermanos Karabatic, Sorhaindo, Guigou, Narcisse… Demasiados monstruos del 40x20 a los que hacer frente en Qatar, con Cañellas y Ugalde tirando del carro español sin que éste acabase de rodar como en los mejores días.
3. Adiós al bronce en la prórroga (Mundial 2015)
España fue incapaz de superar el tropiezo ante Francia en semifinales y Polonia aprovechó ese desencanto para llevarse el tercer puesto mundialista en los instantes finales de la prórroga (29-28). La frescura brilló por su ausencia en todo momento, incluso cuando se mandó en el marcador.
Ni Raúl Entrerríos ni Joan Cañellas tuvieron su día y las buenas actuaciones de Gedeón Guardiola y Viran Morros en la defensa desde el pivote acabaron quedando ensombrecidas. Tampoco la velocidad o el lanzamiento exterior acompañaron, así que la tragedia sobrevino a los pupilos de Cadenas. Primero con el gol de Szyba en el último segundo del tiempo reglamentario para forzar la prórroga y después con el hundimiento físico durante los cinco minutos de añadido.
Los goles de Julen Aguinagalde, Antonio García y Valero Rivera cayeron en saco roto ante el monumental encuentro del verdugo polaco. Sí, Szyba, el principal causante de un cuarto puesto más que doloroso un par de años después de alzar el Mundial en casa.
4. Exhibición alemana en la final (Europeo 2016)
Los 'Hispanos' parecían más cerca que nunca de ser campeones de Europa por primera vez en su historia. Después de caer derrotados únicamente ante Dinamarca, llegaban como claros favoritos a la final. Más tras haber vencido ya a Alemania en el debut (32-29). Pero, aunque jóvenes, los talentos germanos demostraron estar sobradamente preparados entonces.
Y volvieron a hacerlo a lo grande con el oro de por medio, dejando sin ninguna opción de título a España desde la primera posesión del encuentro (17-24). El ataque del combinado nacional no encontró comodidad en ningún momento, con un juego carente de peligro tanto en la elaboración como en la definición.
Además, la defensa alemana se mostró inexpugnable, cosa que no consiguió la planteada por Cadenas. Las paradas de Wolff y los goles de Hafner (8) hicieron el resto, sin que hubiese ni siquiera posibilidad de un cambio de tornas.
En otro encuentro decisivo más, el contraataque característico de España brilló por su ausencia. Al igual que el lanzamiento exterior, con Raúl Entrerríos como cara más visible de una selección completamente deslavazada y dueña de una plata más que amarga.
5. Suecia nos deja sin Juegos (Preolímpico 2016)
Los augurios para obtener billete para Río no eran los mejores, empezando por el dudoso criterio de pelear la plaza vía Preolímpico con un subcampeonato de Europa bajo el brazo. A ello le siguieron la elección de Suecia como sede del torneo (tras haberse postulado España) y una derrota nada esperanzadora ante Eslovenia en la jornada inaugural (21-24).
Ese tropiezo, cuanto menos hiriente por su cómo (dos tantos españoles en los últimos 23 minutos tras irse al descanso cuatro goles por delante), obligó a vencer a la anfitriona en la jornada de clausura. Aquella en la que la leve mejoría ante Irán demostró ser un auténtico espejismo.
Como en los anteriores duelos trascendentales de los últimos años, nada acabó de funcionar en las filas hispanas. Con la irregularidad por bandera y apostándolo todo a la épica, España volvió a nadar para morir en la orilla. Llegó a vencer por los tres goles necesarios para clasificarse en ciertas fases del partido, pero nunca supo ni pudo encontrar su juego.
Ni los lanzamientos exitosos de Jorge Maqueda ni las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas en la segunda parte lograron salvar la, en líneas generales, paupérrima imagen de Cadenas y los suyos. Tanto se tentó a la suerte que el billete para los Juegos se decidió con un penalti exitoso de Ekberg en los últimos cinco segundos (23-25).
40 años después de Montreal, el balonmano masculino español queda apeado de la cita deportiva por antonomasia. Casi tres después de su llegada al cargo, Manolo Cadenas sigue dejando más claroscuros que rotundas alegrías al frente del banquillo nacional. Porque, si se fijan, todas las derrotas están cortadas por el mismo patrón: el bloqueo en los momentos decisivos.