Las infraestructuras construidas con motivo de los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro siguen generando polémica. Ya no sólo por el retraso de las obras, sino también por el estado de las mismas. El último quebradero de cabeza para la organización carioca llega este jueves con el derrumbe de un tramo del carril bici ideado con motivo de los Juegos, que bordea el litoral de la ciudad brasileña sobre un viaducto recién inaugurado. Dos hombres de cerca de 40 años murieron en el derrumbe, al caer al mar junto a los escombros, y hay al menos tres heridos por el percance.
Unos 50 metros de viaducto cayeron desplomados. Éste fue construido sobre una roca junto al mar y transcurre de forma paralela a la avenida Niemeyer. Los equipos de rescate continúan las búsquedas en el mar ante la posibilidad de que haya un desaparecido, aunque esa información no está confirmada, según informó el secretario de Gobierno de la Alcaldía de Río, Pedro Paulo Carvalho Teixeira, en declaraciones a periodistas. Prosiguieron las búsquedas con un helicóptero, una moto acuática y submarinistas, que permanecen en el lugar buscando a la posible víctima en el mar.
Al menos uno de los fallecidos fue sacado del mar por el helicóptero de los bomberos y fue llevado a la playa de São Conrado, cerca del lugar del accidente. El tramo nuevo de ciclovía mide 3,9 kilómetros, fue inaugurado el pasado enero y costó 45 millones de reales (unos 12 millones de dólares).
Este proyecto pretende conectar toda la costa de Río y dará servicio a unos 70.000 ciclistas al día, según los cálculos de la Alcaldía. La estimación era que el proyecto quedase completamente finalizado antes de los Juegos Olímpicos, que tendrán lugar entre el 5 y el 21 de agosto de este año.