Ona Carbonell: "He trabajado 4 años para estar aquí… No hay excusas"
La nadadora española volverá a formar dúo con Gemma Mengual en Río 2016: una responsabilidad mayor tras el fracaso del equipo de sincronizada.
9 mayo, 2016 01:40Noticias relacionadas
Ona Carbonell (Barcelona, 1990) dice estar “acostumbrada” a conceder entrevistas, en ocasiones seguidas, una tras otra: es sencillamente “parte del trabajo”, cuenta durante un acto de promoción de la película Angry Birds. En la habitación de al lado es el tenista David Ferrer quien contesta con suma educación las preguntas de los periodistas. La duración de las conversaciones está reglada por Sony con rigor prusiano: diez minutos como mucho.
Carbonell despliega una sonrisa perfecta y parece confiada en sus posibilidades olímpicas: quedan menos de tres meses para los Juegos y el dúo que forma con Gemma Mengual tiene la responsabilidad de salvar el prestigio de la natación sincronizada española después de que el equipo nacional no haya podido clasificarse: un fracaso y una polémica de la que esta espigada deportista (también modelo y diseñadora) no quiere hablar: “Todas hemos aprendido de la situación”, se limita a decir.
¿Cuántas horas hace falta entrenar al día para aspirar a revalidar las medallas de Londres?
Durante diez años de mi vida he entrenado diez u once horas diarias. Ahora, que tenemos más experiencia y más rodaje, son entre siete y ocho. Antes entrenaba seis días, ahora son cinco.
Además de entrenar y estudiar (diseño), ha abierto una línea de bañadores, participa en películas y aparece en numerosos actos promocionales... ¿Cómo hace para cumplir tantas metas a diario?
No es nada fácil... Lo que sucede es que cuanto menos tiempo tienes, más lo aprovechas. Desde muy pequeñita he tenido poco tiempo; soy muy organizada, y eso me ayuda a aprovechar cualquier hueco que tengo para lo que necesito. Voy justa de tiempo, no paro: o estoy dentro del agua o con el fisio, si no con el tema de los bañadores del equipo, o haciendo entrevistas o patrocinios. Es parte de mi día a día… La carrera deportiva no es como otras: se termina antes, y hay que aprovecharla.
¿Hace falta un plus de disciplina para mantenerse una vez que se han conseguido medallas olímpicas, ser una cara muy conocida, asegurarse patrocinios para mucho tiempo, etc.? ¿Nota alguna diferencia en la manera de encarar el trabajo cotidiano?
Yo no, porque creo que la clave de la vida (no sólo del deporte) es el aprendizaje, y siempre se puede aprender más y mejor. Tengo muchísimas medallas, pero me quedan muchas por conseguir. Cuando tienes dos medallas olímpicas no quieres dos, sino cuatro. Cuando tienes siete en el último Mundial, quieres que sean de plata todas, no bronces. Siempre se puede mejorar, y ahí está el objetivo y lo que te motiva para seguir luchando.
¿Percibe una presión añadida después de lo que le ha pasado al equipo en el Preolímpico?
No.
Las miradas van a estar puestas en usted incluso más de lo normal.
Siempre hay miradas, y más en unos Juegos Olímpicos. Vaya el dúo y el equipo o sólo el dúo... Para mí la máxima presión es la que se pone uno mismo. No la del público, ni la de los medios. Para mí el objetivo es que la entrenadora, cuando salgamos del agua, nos diga que lo hemos hecho mejor que nunca. Y entonces estar en manos de los jueces, que es algo que no podemos controlar.
¿Puede ser una ventaja para obtener la medalla del dúo que no tenga que competir con el equipo?
No, yo creo que no... Mentalmente puedo estar más focalizada en completar dos rutinas en lugar de cuatro, pero también duele. Somos compañeras que convivimos desde hace muchos años y ha sido un golpe duro. Pero de todo se aprende… Y ahora nuestra mente ha de estar focalizada en las posibilidades que tenemos.
Se tarda cuatro años en tener otra oportunidad. Sería un golpe fuerte...
No fue nada fácil.
En España desde hace una década nos hemos acostumbrado a ganar en muchos deportes. ¿Genera una presión adicional?
Es ley de vida. Somos seres de costumbres. Es normal que, si ganas un oro, una plata te sepa a menos (aunque ganar un bronce sea dificilísimo). Pero así somos todos, no es algo que se pueda reprochar.
¿Cuál es su mayor virtud y su mayor defecto como deportista?
Mi mayor virtud, aparte de que soy muy trabajadora, es que soy atrevida y me gustan los retos difíciles, aunque no siempre salgan. Me gusta retarme, y creo que gracias a esto he llegado adonde he llegado. Tengo muchos defectos, pero diría que soy demasiado exigente conmigo misma. Esto es a veces bueno, pero si te exiges demasiado no te deja avanzar tan rápidamente.
Los buenos se quejan y los mejores se adaptan.
¿Cree que el deporte español va a crecer en Río respecto a Londres 2012?
Pienso que Londres fueron unos grandes Juegos. Es difícil opinar, porque no conozco a fondo otras disciplinas y cómo están los rivales. Le mentiría si dijera algo.
¿Le preocupa el virus del zika?
No. Si le pica a alguien me picará a mí, porque siempre me pican todos los mosquitos, Gemma puede estar tranquila (Ríe). Pero si me pican, competiré igual. Los buenos se quejan y los mejores se adaptan. He trabajado cuatro años para estar aquí… No hay excusas.
¿Le gusta la elección de Nadal como abanderado español en los Juegos?
Me parece muy acertada… Se lo merece mucho. Ha aportado mucho al deporte español y tiene una gran actitud.
De las numerosas capacidades que exige un deporte tan complejo como la natación sincronizada (fuerza, resistencia, plasticidad, etc.), ¿hay alguna que exceda en importancia a las demás?
El trabajo. Por muchas condiciones que tengas, si no trabajas no llegarás a ninguna parte.
Usted está últimamente siempre en el candelero y siempre aparece muy guapa, tanto en la piscina como fuera de ella. ¿No se siente a veces una Superwoman?
En mi deporte hay una parte de la puntuación que es artística: el bañador, el moño, el maquillaje, la mirada, las manos... Todos estos detalles hay que cuidarlos mucho. Y en la vida soy una chica coqueta y me encanta la moda, el arte, todo lo que tenga relación con lo visual. Cuido estos detalles porque me gusta mucho. No se trata de una carga, más bien al revés.