A falta de algo menos de tres meses para que arranquen los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, cuatro tenistas han anunciado su renuncia a participar en la cita más importante del mundo del deporte. Feliciano López (España), Dominic Thiem (Austria), John Isner (Estados Unidos) y Bernard Tomic (Australia) no estarán en Brasil, pese a que tenían plaza asegurada en el cuadro individual (y muchos de ellos también en dobles).
Las bajas reabren un viejo debate lleno de interrogantes: ¿Hasta qué punto son importantes los Juegos en el calendario de un jugador de tenis? ¿Qué valor le dan los tenistas a conseguir una medalla? ¿Debe formar parte de la cita el deporte de la raqueta si para sus protagonistas no es lo principal?
Esta es una historia antigua, llena de aristas y vicisitudes. El tenis formó parte del elenco de deportes presentes en los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, celebrados en Atenas en 1896. Sin embargo, en 1928 (Ámsterdam) desapareció de la competición por las disputas entre los jugadores amateurs y los profesionales, inmersos en un debate que se solucionaría más tarde. Hasta Seúl 1988, muchas ediciones después, el deporte de la raqueta no volvió a formar de la cita. Por el camino se perdieron varias cosas, incluido el valor real de colgarse una medalla. Como además los Juegos no dan una cantidad excesiva de puntos ni tampoco de dinero, los jugadores empezaron a verlos como un torneo más, incluso prescindible.
Feliciano, por ejemplo, decidió priorizar la gira estadounidense de verano (con los Masters 1000 de Toronto y Cincinnati), partida en dos como cada año olímpico. Thiem y Tomic dijeron no y se apuntaron al torneo de Los Cabos, que se disputa a la vez que los Juegos. En consecuencia, los tres dieron más importancia a sus calendarios habituales (los mismos de cada temporada) que a una competición que se celebra cada cuatro años. ¿Acierto o error?
“EL TENIS NO TIENE TRADICIÓN PARA FORMAR PARTE DE LOS JUEGOS”
“Los Juegos Olímpicos son un evento muy especial”, reconoció Rafael Nadal, abanderado español en Río de Janeiro el próximo verano. “Cada uno es libre de decidir, mirando por lo que cree mejor para sí mismo”, continuó el campeón de 14 grandes, que en Pekín 2008 consiguió la medalla de oro individual al vencer al chileno González en la final. “En el caso de Feliciano, que ha jugado ya algunos, pues vale. En el caso de Thiem o Tomic… me parece un gran error”, cerró el mallorquín, un enamorado de competir por España.
“Lo he dicho otras veces: un jugador de tenis tiene torneos mucho más importantes que los Juegos Olímpicos”, explicó Carla Suárez. “Obviamente, hablamos de un evento especial a nivel mundial, una cita única, pero a nosotros nos cambia muy poco”, aseguró la canaria, que en Río podría llegar a disputar las tres modalidades (individuales, dobles y dobles mixto). “Es una semana más, un torneo más. Te enfrentas a las mismas jugadoras que en otros lugares. ¿Que hace ilusión tener una medalla? Evidentemente. Es casi como hacer final en un torneo o ganarlo”, prosiguió. “La renuncia de Feliciano… cada uno tiene que mirar por lo suyo. Y lo veo bien. Es un jugador que en pistas rápidas juega muy bien y le puede sacar partido a esa gira. Si él cree conveniente renunciar, hay que respetarlo”.
La postura de Nadal es compatible con la de Suárez porque en el fondo todos desean estar en Río, aunque la importancia sea diferente según cada uno. “El tenis no tiene tradición para formar parte de los Juegos Olímpicos”, apuntó David Ferrer, el segundo mejor jugador español por ránking. “¿Que hace ilusión? Por supuesto que hace ilusión porque es una cita que tiene lugar cada cuatro años y además te da la oportunidad de convivir con el resto de deportistas”, matizó el alicantino. “Pero no pueden tener el mismo valor deportes más nuevos en los Juegos, como el tenis o el golf, que otros clásicos. Es una cita que se rige por competiciones como el atletismo o la gimnasia. Yo encantado de estar ahí y jugarlos, pero hay otras disciplinas más importantes en unos Juegos”, insistió.
“Es difícil”, reflexionó Garbiñe Muguruza. “El tenis tiene sus propios circuitos, que son la ATP y la WTA. Es un deporte muy popular durante todo el año. Para nosotros, es complicado encajar los Juegos Olímpicos en nuestro calendario”, desarrolló la joven de 22 años, que vivirá este verano su primera experiencia olímpica. “Tenemos los cuatro grandes y otros torneos muy importantes. ¿En qué categoría metes unos Juegos Olímpicos? ¿Es más importante o menos?”, se preguntó la número cuatro del mundo. “Pero los deportes tienen que ser olímpicos. Es tradición y no lo cambiaría. Todos morimos por ir a Río”, zanjó Garbiñe.
“Depende mucho del jugador”, caviló Anabel Medina, que habla desde la experiencia porque ha ganado grandes en dobles (Roland Garros 2008 y 2009) y también una medalla de plata (Pekín 2008). “Los Juegos… depende del gusto de cada uno y de la experiencia vivida. También de las posibilidades de medalla que tenga el jugador. En los Juegos no hay dinero ni casi puntos si no consigues medalla. Puedo entender que sin un posible objetivo de medalla se les haga más cuesta arriba a algunos”, dijo la valenciana. “Mi experiencia personal es que fueron más emocionantes los Juegos: por el ambiente vivido en la Villa Olímpica, por el ambiente que hubo en las semifinales y por lo que nos costó ganar, más que en Roland Garros. Para gustos, los colores”.