Cuando los 185 atletas belgas que participarán en los Juegos de Río desfilen en el estadio de Maracaná, el próximo 5 de agosto, habrá uno que sin duda será objeto de muchas miradas. Se llama Mourad Laachraoui y a sus 21 años es una de las grandes estrellas del equipo pese a que su hermano mayor, Namid Laachraoui, fue uno de los terroristas suicidas que se voló por los aires en el aeropuerto de Bruselas el pasado 22 de marzo, acabando con la vida de 32 personas. “Uno no elige a su familia”, dijo un compungido Mourad horas después del atentado. Ha tenido que ganar el campeonato de Europa de taekwondo este viernes para demostrar a todos que puede desfilar con orgullo como belga.
La clasificación de Mourad para los Juegos fue anunciada por su Federación después de que batiera, en el combate por el oro europeo en la categoría de menos de 54 kilos, al español Jesús Tortosa por 6-3. Mourad es “el rey europeo de los pesos ligeros”, decían desde la Federación, aunque la web especializada en Taekwondo considera que sus opciones de medalla en los Juegos de Río son “escasas debido a su juventud”, pero con gran potencial de ser una de las estrellas de cara a la cita en Tokio 2020.
Mourad, que al igual que su hermano nació en Bélgica, lleva una carrera deslumbrante esta temporada, con sendas victorias en el US Open en febrero y el Luxor Open de Egipto en marzo, así como bronces en el Canadian Open y el Fujairah Open. En la Universiada de 2015 consiguió la medalla de plata.
No tenía contacto con su hermano
Tras los atentados de Bruselas, un compungido Mourat dio una rueda de prensa acompañado por su entrenador para explicar que no tenía “ningún contacto con Namid desde 2013, cuando se fue a Siria”. “Nuestra familia se hace las mismas preguntas que todo el mundo se hace. Era un chico inteligente y bueno, no me lo puedo creer. Pero uno no puede elegir a su familia”, señalaba Mourat.
Hablaba de su hermano mayor Namid, de 24 años. Un chico que tras ser criado en Bélgica, en 2013 se radicalizó por completo y viajó a Siria para combatir junto al Estado Islámico. Un chico que ha sido identificado tras los atentados por algunos extranjeros secuestrados por el ISIS –entre otros, el español Marc Marginedas- como uno de sus captores. Un chico cuyo ADN se encontró en un chaleco bomba que no llegó a explotar en la sala Bataclan de París, donde murieron 90 personas. Un chico que finalmente se voló por los aires el 22 de marzo en el aeropuerto de Bruselas llevándose con él la vida de 32 personas.
Mourad intentó por última vez contactar con su hermano mayor hace algo más de dos años, via Facebook, pero sin obtener respuesta “No trato de entender sus razones, sólo quiero pasar página de todo esto”, decía el joven al conseguir su plaza olímpica. Sin duda, restaurar el honor de su apellido con una medalla olímpica sería la mejor forma de hacerlo.