No se había cumplido ni el primer minuto del segundo partido de fútbol femenino de los Juegos Olímpicos de Río (sí, la competición arrancó este miércoles, aunque no lo parezca). El público acababa de empezar a acomodarse en sus asientos y los comentaristas televisivos y radiofónicos apenas habían aclarado la voz para sus narraciones. Pero a Janine Beckie le pudo su voracidad goleadora.
Canadá robó el balón cerca del área de Australia, una de sus compañeras le puso el balón en el lugar adecuado y el momento oportuno y ella no perdonó. Abrió el marcador a los 19 segundos de encuentro y, de paso, entró en la historia. Su gol ya es el más rápido de siempre en el torneo olímpico femenino de un deporte rey que en los Juegos pierde su corona durante dos semanas.
Como también perdió Beckie la ocasión de aumentar su cuenta goleadora al fallar un penalti en el minuto 74 de partido. Poco importó. Su compañera Christine Sinclair amarró la victoria canadiense en el 80 (2-0) y mató el interés del duelo. El que siempre será recordado como el del temprano gol de Janine Beckie... hasta que alguien se digne en superarla. No, esos 19 segundos no se dieron en los 200 metros lisos, sino en un partido de fútbol.