El nadador estadounidense Michael Phelps, el deportista más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos, agigantó este domingo su leyenda, tras conquistar su vigésimo tercera medalla, la decimonovena de oro, tras conducir al triunfo al equipo norteamericano en la final del relevo 4x100 libre.
Una gesta que ratifica la condición de Phelps como rey indiscutible de la natación, un título por el que pelean en la categoría femenina la también estadounidense Katie Ledecky, que respondió al reto lanzado por la húngara Katinka Hosszu, con un oro en la prueba de lo 400 libre con récord del mundo incluido.
Plusmarca mundial con la que Phelps no pudo adornar el oro que logró en el relevo 4x100, un detalle que quedó en un segundo plano para los norteamericanos, tras recuperar la corona que les arrebató hace cuatro años el equipo francés en los Juegos de Londres.
El cuarteto norteamericano, integrado por Caeleb Dressel, Michael Phelps, Ryan Held y Nathan Adrian, que firmó un tiempo de 3:09.92, aventajó en 61 centésimas al conjunto galo que tras firmar un crono de 3:10.53, tuvo que conformarse, como ya ocurriera en Pekín 2008, con la medalla de plata.
Completó el podio el equipo de Australia, que gracias a una gran posta final de Cameron McEvoy, logró arrebatar con una marca de 3:11.37 el último escalón del podio a Rusia.
Un oro que también colgó del cuello de Katie Ledecky, que con su triunfo en los 400 libre dio el primer paso en su intento de emular los tres oros que logró su compatriota Debbie Meyer en los 200, 400 y 800 libre en los Juegos de México 1968, al proclamarse campeona olímpica del doble hectómetro.
Para ello, la nadadora estadounidense, de tan sólo 19 años, tuvo que rebajar en casi dos segundos el récord del Mundo que ella misma poseía con un crono de 3:58.37 desde los Pan Pacifics disputados en 2014 en Australia, al firmar hoy en el estadio acuático de Río un crono de 3:56.46.
Una marca que no sólo sirvió para convertir a Ledecky en la primera mujer en la historia en bajar de lo 3:57 minutos, sino además para imponerse con absoluta claridad a todas sus rivales en una final que la estadounidense nadó prácticamente en solitario.
Tal y como atestiguan los 4,77 segundos en los que aventajó a la segunda clasificada, la británica Jazz Carlin que se colgó la plata con un tiempo de 4:01.23, y los 5.46 en que distanció a su compatriota Leah Smith, bronce con un registro de 4:01.92.
Un aplastante triunfo que permitió a Ledecky, que ya se proclamó campeona olímpica hace cuatro años en Londres en los 800 libre, sumar su segunda medalla, la primera de oro, en Río, tras la plata que logró el sábado con el relevo estadounidense de 4x100 libre.
Palmarés olímpico que hoy logró estrenar la sueca Sarah Sjostrom, que sumó su primera medalla en uno Juegos, tras colgarse este domingo el oro en la final de los 100 mariposa con récord del mundo incluido.
Sjostrom, que se impuso con un crono de 55.48 segundos, rebajó en 16 centésimas la anterior plusmarca universal que ella misma poseía con un tiempo de 55.64 desde los Mundiales disputados en agosto de 2015 en la ciudad rusa de Kazán.
Una marca que permitió a la escandinava, que llegó a Río como vigente campeona del Mundo y de Europa, superar a la canadiense Penny Oleksiak, que se colgó la plata, y a la estadounidense Dana Vollmer, oro hace cuatro años en Londres y que hoy se tuvo que conformar con el bronce.
Igualmente logró completar la triple corona el británico Adam Peaty que añadió hoy a los títulos de campeón del Mundo y de Europa, el oro en los Juegos Olímpicos, tras imponerse en la final de los 100 braza con un tiempo de 57.13 segundos, nuevo récord del mundo.
Peaty, que cumplirá 22 años el próximo mes de diciembre, rebajó en 42 centésimas, la plusmarca mundial que él mismo estableció ayer con un crono 57.55 en las preliminares.
Un tiempo que permitió al joven británico superar con claridad al sudafricano Cameron Van der Burgh, campeón hace cuatro años en Londres y que hoy tuvo que conformarse con la plata tras tocar la pared 1.56 segundos después que Peaty, y al estadounidense Cody Miller, que subió al tercer escalón del podio.