Todo fue más o menos según lo previsto en la primera jornada de competición de la sincronizada en la piscina –por fin azul- del Centro Acuático María Lensk, en Río. En la rutina libre preliminar, el primero de los ejercicios de las sirenas y que apenas tiene trascendencia en la posición final, las rusas Natalia Ischenko y Svetlana Romashina bordaron su ejercicio, cuajado de elementos casi imposible, para salir del agua claramente en cabeza, rumbo a un oro que parece difícil que se les escape. Las sirenas patrias, Ona Carbonell y Gemma Mengual, se han colocado en cuarta posición, suficientemente cerca de las japonesas –terceras- como para soñar con el podio.
El objetivo de Gemma y Ona para el dúo técnico era situarse por delante de sus grandes rivales en esa disputa por las medallas, que son China, Japón y Ucrania. Aunque las diferencias entre los cuatro dúos no son notables, China y Japón se mostraron un tanto superiores técnicamente, pero la pareja española sí se impuso a las ucranianas Lolita Ananasova y Anna Voloshyna, entrenadas actualmente por Anna Tarrés, la que fuera seleccionadora española durante muchos años.
Las catalanas, de 26 y 39 años respectivamente, obtuvieron una puntuación de 93.7667 en su pasional ejercicio de música flamenca. Por delante, las inalcanzables rusas con 98.0667 puntos, dejando muy claro que las vigentes campeonas olímpicas, mundiales y europeas son las máximas aspirantes al triunfo en Río.
La puntuación de las chinas Xuechen Huang y Wenyan Sun (96.0667) y de las japonesas Yukiko Inui y Risako Mitsui (94.4000) es alcanzable para el dúo de sirenas españolas, que tienen por delante los dos ejercicios claves de esta competición: la rutina técnica que se disputará el lunes y el martes la final de la rutina libre.