La nadadora catalana Nuria Marqués, de diecisiete años, sumó en sus primeros Juegos Paralímpicos la medalla de oro en los 400 metros libre, convirtiendo en realidad el "sueño" que tenía hace unos meses cuando logró siete medallas en el Europeo de Funchal.
La deportista de Barcelona, una de las estrellas de la delegación española en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, refrendó con una medalla el excelente momento deportivo que vive y el futuro prometedor que tiene debido a su juventud.
Nuria Marqués, que inició su relación con el agua a los nueve meses por recomendación médica, nació con el fémur de la pierna izquierda más corto que el de la derecha y con nueve años sufrió la amputación del pie, lo que la obligó a llevar una prótesis para andar mejor.
Dos años después, a los once, empezó a competir en campeonatos de natación adaptada demostrando una progresión imparable que la llevó a ser objeto de todas las miradas con una actuación sobresaliente en Glasgow.
En 2015, en ese Mundial celebrado en Escocia, Nuria Marqués ganó cuatro medallas (una de plata y tres de bronce) y en el reciente Europeo de Funchal (Portugal) de este año logró siete, entre ellos dos oros y un récord de Europa en los 100 metros espalda.
"Ganar en Río de Janeiro una medalla sería un sueño hecho realidad", comentaba entonces Nuria. Unos meses después, la nadadora catalana no podrá olvidar jamás este 9 de septiembre de 2016, fecha en la que hizo sonar el himno de España desde lo más alto del podio de la ciudad brasileña.
"El hecho de ganar la medalla de oro impresiona", confesó tras el oro la nadadora entrenada por Carlos Quevedo.
El modelo a seguir de Nuria es Teresa Perales, la nadadora zaragozana que acumula 23 medallas en cinco ediciones de Juegos Paralímpicos y quiere en Río igualar las 28 de Michael Phelps.