Ya no habrá Big Macs en los Juegos Olímpicos. Meses después de cortar su vínculo con la FIFA en plena resaca de sus escándalos de corrupción, la compañía estadounidense de comida rápida ha puesto fin a su histórico patrocinio del Comité Olímpico Internacional (COI). Ambas partes afirman que la rescisión es de mutuo acuerdo, aunque cabe presumir una voluntad inequívoca de la cadena de hamburguesas en una tesitura extraordinariamente complicada para el olimpismo internacional: corruptelas diversas, dopaje masivo, negativa ciudadana a celebrar los Juegos en numerosas ciudades occidentales y una atmósfera general de desafección con el evento deportivo más grande del planeta.
McDonald´s mantendrá la condición de patrocinador en los Juegos de Invierno que se disputarán en PyeongChang (Corea del Sur) en 2018. "Como parte de nuestro plan de crecimiento global, estamos reconsiderando todos los aspectos de nuestro negocio y hemos tomado esta decisión en cooperación con el COI para enfocarnos en diferentes prioridades", comentó Silvia Lagnado, directora global de marketing de McDonald's.
El COI, por su parte, no ha mostrado voluntad inmediata para sumar una nueva marca en la categoría alimenticia. La decisión de la cadena de hamburgueserías contrasta con la adoptada por otras marcas, que han ido renovando sus acuerdos pese a la marejada que envuelve al organismo: Bridgestone, Panasonic y Toyota hasta 2024, Alibaba hasta 2028 y Omega hasta 2032.