El debate sobre quién debe ser el abanderado en Tokio 2020 sigue en el candelero. El hecho de que Saúl Craviotto aún no se haya clasificado, deportista español con más medallas olímpicas en activo, ha provocado que el Comité Olímpico Español aún no se haya pronunciado con rotundidad.
El propio Alejandro Blanco, presidente del COE, recordaba esta semana que no es este organismo el que tiene la última palabra, si no el nombre que se apruebe en la Junta de Federaciones Olímpicas. En cualquier caso, él tiene claro que debe seguirse la norma que dice "que debe ser abanderado el deportista que más medallas tenga", después de que hayan salido los nombres de Mireia Belmonte y Lydia Valentín como alternativas.
Sobre este tema se ha pronunciado el principal protagonista en los micrófonos de El Transistor de Onda Cero. Craviotto cree que "lo que falta para decidir el abanderado es que todos los deportistas tengamos asegurada la clasificación". Eso sí, el piragüista es muy sincero con respecto al resto de nombres que han salido y se muestra "agradecido de que suene mi nombre junto al de Mireia Belmonte y Lydia Valentín".
Sobre todo, tiene claro que no quiere entrar "en ningún tipo de pugna por ser abanderado" y que respetará la decisión que tome finalmente el organismo pertinente.
A por la clasificación
El hecho de que el Comité Olímpico Internacional obligue a las federaciones a tener una lista muy reducida de deportistas para no exceder los 11.000 y que la paridad de sexos esté asegurada ha puesto en jaque al piragüismo español. En teoría, España tendría a ocho palistas clasificados, pero las normas restringen el número a seis.
Es por esto por lo que, aunque Saúl Craviotto debería estar clasificado, tendrá que ganárselo contra el crono en dos pruebas que ha organizado la Real Federación Española de Piragüismo. En marzo y en abril se lo jugarán en K1 200 y K1 400 su derecho a ir, algo que ha paralizado el K4 mientras el resto de selecciones ya lo están entrenando.
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