Lee Evans ha muerto este miércoles. El atleta que protagonizó hace más de 50 años una de las imágenes más simbólicas e impactantes de unos Juegos Olímpicos, su boina estilo Pantera Negra y su puño al cielo en protesta contra el racismo en Estados Unidos, falleció a los 74 años víctima de un derrame cerebral.
Evans se encontraba en Nigeria, donde era entrenador, cuando la semana pasada sufrió el accidente cerebrovascular que le ha mantenido inconsciente en un hospital de dicho país hasta el momento de su muerte.
Se va un emblema del deporte. Se marcha un símbolo de la comunidad afroamericana. Lee Evans tenía solo 21 años cuando ganó los 400 metros en los Juegos Olímpicos de México, en 1968, con un registro de 43.86 segundos, la primera vez que alguien rompió la barrera de los 44 segundos en esa prueba. Lo logró en un momento clave en el que las calles se movían contra el problema racial de aquella época.
La expulsión de Carlos y Smith
Pudo no haberse colgado el oro de no ser porque John Carlos le convenció de que corriera. Lee Evans, antes, había decidido retirarse de la prueba en protesta por la expulsión de los Juegos del propio Carlos y Tommie Smith, los cuales, hacía dos días, elevaron al cielo un puño enguantado en negro como protesta. La idea de aquella imagen icónica fue de Evans.
"Estaba tan cansado, sabía que había hecho algo que nunca se había hecho antes", declaró Evans a NBC Sports para la película 1968 sobre esos Juegos Olímpicos. "No estaba seguro de haber ganado. Nadie me dijo que yo había ganado, así que me dijeron: "Lee, hijo de puta". Yo dije: '¿Quién ganó? ¿Quien ganó?'", relató.
Batiendo su propio récord del mundo, Evans se subió al podio junto a sus compañeros Larry James y Ron Freeman. Los tres subieron a los escalones con una boina negra en apoyo del Partido Pantera Negra para la ceremonia de la victoria. Se las quitaron para el himno, una decisión que Evans dijo que se tomó antes de los Juegos Olímpicos dado que todavía tenían que correr el relevo de 4x400m -prueba en la que ganarían el oro-.
Tras su retirada, Evans luego entrenó y dirigió programas de atletismo durante décadas a nivel internacional. Un héroe que no se apartó del deporte. Entre 1975 y 1997, dirigió los programas de atletismo de Nigeria y Arabia Saudí y entrenó a atletas de otros 18 países. Se incorporó en 2002 a la Universidad de Washington y luego ocupó numerosos puestos de entrenador y asesor en todo el mundo, acabando en Nigeria su camino.