La asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI) votará en su Sesión de julio en Tokio, en vísperas de los Juegos Olímpicos, la elección de Brisbane (Australia) como sede de los Juegos de 2032.
La Ejecutiva del organismo, reunida telemáticamente este jueves, acordó proponer a la Sesión la elección de la ciudad organizadora de esa edición con 11 años de antelación. El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, recordó que Brisbane es la primera candidata que resulta del nuevo sistema de selección, basado en el diálogo del propio COI con las ciudades interesadas y no en una carrera entre varias aspirantes.
Bach se refirió el excelente plan maestro de la candidatura, con un 84 por ciento de sus instalaciones ya construidas o de carácter temporal. Según los planes examinados por el COI, las sedes deportivas se repartirían por tres núcleos de competición: la propia Brisbane (21 sedes), Gold Coast (a 65 km, con seis sedes) y Sunshine Coast (a 85 km, con tres).
Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional.
El regreso de Australia
Brisbane puede convertirse en la tercera urbe de su país organizadora de los Juegos, tras Melbourne en 1956 y Sídney en 2000. El COI ya adelantó el pasado febrero que la opción de Brisbane era su favorita, aunque no descartó contemplar otras posibilidades. Los Juegos de verano de 2032 seguirán a los de 2028 en Los Ángeles. Antes llegarán los de Tokio 2020, dentro de mes y medio, y los de París 2024.
Para esta edición parisina la Ejecutiva del COI aprobó hoy tres modificaciones en el programa deportivo: en vela, la prevista prueba mixta de kite será sustituida por una femenina y otra masculina; en atletismo, los 50 km marcha serán reemplazados por una prueba mixta por equipos; y el pentatlón moderno adoptará un nuevo formato en torno a una sede única.
También acordó proponer a la Sesión el reconocimiento pleno de seis federaciones internacionales: Lacrosse, Kickboxing, Sambo, Muaythai, Cheerleading y Curling Bávaro. Todas ellas gozaban de reconocimiento provisional y su cambio de estatus supone su plena integración en la familia olímpica, pero no su entrada en el programa de los Juegos.
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