Una imagen insólita la que ha dejado la madrugada de Japón en el recorrido de la antorcha olímpica. Una mujer ha sido arrestada en las últimas horas por poner en peligro la llama con una sorprendente protesta contra la celebración de los Juegos Olímpicos. La detenida disparó con una pistola de agua sin demasiado éxito en su transporte en la ciudad de Mito, en la prefectura de Ibaraki. Fue ella misma la que lo grabó para que las redes sociales ardieran con esta situación.
Kayoko Takahashi es la culpable de una de las imágenes de este proceso previo a que se celebre la cita olímpica. La detenida, una mujer desempleada de 53 años, no dudó en disparar un líquido no identificado contra el fuego que todo el mundo imaginó que era agua al estar en este recipiente. Inmediatamente fue detenida por los servicios de seguridad. Se trata de una clara protesta, como otras muchas que se están produciendo en el país nipón.
No todo el mundo está dispuesto en Japón a que se celebren en este contexto de pandemia. "Me opongo a la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio. Se deben cancelar", defendía Takahashi en referencia al aumento de casos de coronavirus en las últimas semanas. La población japonesa teme que el evento deportivo se convierta en un foco de infecciones o contribuya a la aparición de alguna cepa peligrosa.
Precisamente, la semana pasada la organización anunciaba que el tramo final del recorrido de la antorcha olímpica en Tokio se llevará cabo en espacios cerrados al público para evitar posibles contagios de coronavirus. Tras pasar por las otras 46 prefecturas de Japón, el relevo de la antorcha olímpica llegará a la región de la capital el día 9 de julio, y recorrerá diferentes áreas de Tokio hasta el encendido del pebetero en el Estadio Olímpico el día 23 de ese mes.
En los últimos pasos de la antorcha por el resto del país ha ocurrido esta curiosa anécdota. La situación de la pandemia ya ha obligado a muchas de las otras prefecturas niponas por las que ha pasado el relevo a restringir el recorrido o realizarlo de forma completamente cerrada al público en espacios como parques. En este caso, sí que había público y la activista tuvo la posibilidad de mostrar su rechazo con el riesgo de haber apagado la llama.
Sin público exterior
Cabe recordar que la organización también optó por vetar la entrada de visitantes foráneos al país durante los Juegos, así como por permitir el acceso de público local a las competiciones olímpicas aunque con un límite de 10.000 espectadores. Una situación extraña para una cita olímpica que vive una realidad poco habitual después de que se aplazaran un año. El Gobierno de la ciudad de Tokio también anunció recientemente la cancelación de todos los espacios públicos donde iban a instalarse pantallas gigantes y zonas para que los aficionados locales pudieran seguir los eventos en vivo.
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