De la vida en la villa a las relaciones sexuales: los Juegos Olímpicos menos sociales de la historia

La Covid-19 lo cambió todo en la vida de cualquier persona y estuvo a punto de llevarse por delante los Juegos Olímpicos. La influencia del virus seguirá presente durante la cita de este verano, aplazada desde el anterior por su culpa. Ya se están sucediendo los primeros problemas con los contagios en la villa, dejando claro que el peligro sigue siendo real. Ni las vacunas, ni el conocimiento sobre el coronavirus ha aplacado su inaplacable acción.

Lo que se ha terminado con esta situación de pandemia es uno de los momentos más especiales para cualquier deportista que acude a la cita más importante de su carrera. Los JJOO que se vivirán este año serán inolvidables para los deportistas, entre otras cosas, porque no verán público en sus gradas. La emoción no será la misma, pero es que también se han reducido mucho las posibilidades de vivir una experiencia olímpica completa.

Esta suele incluir el hecho de conocer a otros referentes, personajes con una fama única y deportistas que marcan época, pero en Tokio 2020 no será así. El álbum de fotografías que vuelve de esta cita siempre es amplio, así como las relaciones que se forjan en este lugar. El ambiente de familia olímpica no será una realidad este verano. El apoyo que se brindan unos deportistas a otro queda opacado por un aislamiento máximo para impedir nuevos contagios.

EL ESPAÑOL se inmiscuye en la villa olímpica de los Juegos "más aburridos" para desmenuzar cómo es el grueso de vida que llevará un deportista el tiempo que esté allí. Centrados sobre todo en la preparación física y mental, algunos deportistas llevan un par de días adaptándose a esta situación. El grueso ha llegado este domingo y ya están comprobando cómo va a ser su vida durante todo el tiempo que van a pasar en el país nipón.

Búnker

Las medidas ya se conocían prácticamente desde el momento en el que se dio luz verde a la celebración de estos Juegos. Por ejemplo, los deportistas han tenido que remitir un plan de actividades detallando todos sus movimientos previstos, además de que estarán localizados en cada momento. A partir de este momento, solo podrán comer en instalaciones de sus alojamientos y en las sedes de competición y entrenamiento. No saldrán para nada más ya que podrían ser descalificados si incumplen estas premisas.

La lucha de la organización contra los brotes es la principal responsable de que se haya acabado con la vida en la villa, que los periodistas puedan pasar tiempo con los deportistas o el simple hecho de que haya una sensación de piña dentro del propio equipo olímpico. A pesar de la vacunación, que ha sido un éxito en la expedición española, las delegaciones olímpicas han tenido que hacer dos test del virus antes de viajar desde sus respectivos países hacia Japón.

Es por lo que algunos países están viviendo positivos por la Covid-19 justo antes de llegar a Tokio. Este domingo, por ejemplo, la organización informó de dos dentro de la Villa Olímpica. Es decir, que el virus ha traspasado la burbuja que se quería crear en torno a este lugar. Era algo que podía pasar ya que, aunque tuvieran resultados negativos, el positivo puede llegar días después. Además, la vacuna no impide que no exista el contagio.

Prevención

Pero también hay mucha conciencia con la posibilidad de que los deportistas puedan saltarse estos controles exhaustivos con el motivo singular de tener relaciones sexuales. Dentro de toda esa experiencia, uno de los mitos que rodean a la cita olímpica es lo que sucedía dentro de la Villa. A pesar de ser un lugar muy controlado, la experiencia de Río con los preservativos que saturaron el sistema de cañerías del lugar habilitado en la ciudad brasileña fue una anécdota que trascendió.

Precisamente, sorprendía la noticia cuando la organización de Tokio 2020 acordó repartir condones entre los afortunados que estarán en esta cita, pero a la vez les puso un impedimento con las famosas camas de cartón. Están dando que hablar mucho en las últimas horas, como en el caso de Paul Chelimo, que se mofaba de la situación en su cuenta de Twitter: "No veo ningún problema para los corredores de fondo, incluso 4 de nosotros podemos dormir ahí". 

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