Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 iban a estar marcados por la Covid-19. Y ya antes de que se celebrara la ceremonia de inauguración los contagios entre los deportistas se han convertido en los grandes protagonistas del evento. Especialmente el brote que se ha detectado en la delegación de República Checa, cuya crisis sanitaria ha llegado al propio gobierno checo y que ha dejado señalado por negacionista a uno de los médicos del equipo.
República Checa ha acumulado hasta el momento un total de seis positivos. En voley playa han sido positivos Ondrej Perusic y Markéta Nausch Sluková; en tenis de mesa también se ha contagiado Pavel Sirucek y entre los entrenadores, el del voley femenino, Simon Nausch, tampoco ha conseguido escaparse del brote. El ciclista Michal Schlegel y el médico Vlastimil Vorácek son los otros dos nombres afectados.
Este último, sin embargo, es quien se ha llevado todas las culpas. Medios checos afirman que viajó a Tokio sin vacunar, pues no era una obligación para el Comité Olímpico Internacional. Y la hemeroteca, además, le ha vinculado con postulados negacionistas o con bulos para afrontar la Covid-19. El médico mantiene silencio mientras se intenta que no aumenten los contagios, pero las críticas que le esperan no son pocas.
El asunto ha llegado hasta al gobierno checo, consciente del impacto mediático que tiene todo lo que sucede en unos Juegos Olímpicos. El primer ministro Andrej Babis ha hablado de "escándalo" y el Ministro de Salud, Adam Vojtěch, ha confirmado que ya hay una investigación abierta. "Se debe realizar una investigación epidemiológica exhaustiva. Mostrará cómo se propagó entre los atletas y si se siguieron todas las medidas".
Además, ha mostrado su malestar por la posición del médico: "Me entristece mucho que un médico no vacunado haya viajado con nuestros atletas a un evento tan crucial". Unas declaraciones que, viniendo de un cargo político, reafirman la presión sobre Vorácek. Los Juegos, pese a todo, siguen con su hoja de ruta a la espera de concretar si hay bajas en el equipo checo.
Polémico médico
Es el gran señalado. Y no solo por el propio Gobierno, que sin nombrarle públicamente ha dejado entrever que es quien puede haber causado esta crisis sanitaria en el equipo olímpico. Vlastimil Vorácek es uno de los médicos de la delegación de República Checa. Un nombre con cierta experiencia deportiva en el país y que, por ejemplo, ha estado vinculado al tenis femenino. Sin embargo, es su perfil negacionista el que le ha puesto como centro de todas las críticas. Y más teniendo en cuenta que se sospecha que fue él quien inició el brote en la delegación.
Vorácek ha sido víctima de la hemeroteca en las últimas horas. Las búsquedas sobre su nombre no han tardado en dar frutos y todos ellos reflejan ciertos postulados sobre el coronavirus que no dan mucha seguridad. Vorácek, por ejemplo, apoyó la técnica de hacer gárgaras para eliminar los virus como la Covid-19. En un artículo publicado en octubre de 2020, en el portal Vitalia.cz, afirmaba que "hacer gárgaras con el enjuague bucal habitual puede afectar significativamente a la transmisión del coronavirus".
Unas declaraciones que han recuperado medios checos y que no son las únicas. Días después, y en el mismo portal, el médico defendía los buenos resultados de la ingesta de infusiones que mejoraran los niveles de Vitamina C en los pacientes porque podía "proteger durante varias semanas" de diferentes enfermedades, entre ellas la Covid.
Pese a ello, ha formado parte de la expedición de la República Checa. Y, con seis contagios por el momento, se ha convertido en el gran señalado por parte de las autoridades del país. Tanto que ese mensaje del Ministro de Salud por su participación deja en muy mal lugar su continuidad en la delegación.
La excusa con el COI
Los Juegos Olímpicos de Tokio iban a estar marcados por la forma de afrontar la lucha contra la Covid-19. El protocolo marcado y el respeto por parte de los deportistas serían algunos de los detalles más representativos de esta edición. Y no era para menos. En Japón, con gran parte de la población en contra de la celebración, se ha instaurado una especie de vigilancia 24 horas en las que cualquier deportista puede ser fotografiado y sancionado por incumplir el protocolo. Incluso en España, por medio del COE, se ha dejado claro que es imposible mantener el riesgo cero de contagios.
Por ello, el Comité Olímpico Internacional tomó una actitud proactiva para fomentar la vacunación entre los deportistas. Llegó hasta a un acuerdo con Pfizer que, por ejemplo, llevó a los olímpicos españoles a recibir la vacuna antes de acudir a Tokio. Sin embargo, el hecho de acudir vacunado quedó en una simple recomendación. El debate fue duradero y estuvo presente meses antes de los Juegos: vacunarse como obligación o no. Y finalmente ganó el "no". Hubo países que dieron preferencia a los deportistas, otros que dejaron que llegara su turno y otros que, directamente, no se mostraron a favor de que sus delegaciones acudieran con vacunas.
Y es ahí, en esa recomendación, donde se sustenta la excusa de República Checa. Desde la delegación se ha trasladado la preocupación por lo sucedido, pero se ha dejado claro que vacunarse no era obligatorio y que, por lo tanto, el polémico médico no ha incumplido ninguna norma que implique sanción. La realidad es que participar vacunado fue una recomendación con el objetivo de dar mayor seguridad tanto a los deportistas como a la propia población nipona. Sin embargo, en el caso de República Checa puede haber propiciado este polémico brote.
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