En este siglo siempre se ha hablado de sirenas olímpicas y de reinas del agua, pero hay un príncipe listo para reclamar su trono acuático en España. Ese es Hugo González (Palma, 1999), que este martes tendrá su primera tentativa en la final del 100 metros espalda. Su nombre comenzó a sonar en Rio, donde estuvo por primera vez en los Juegos Olímpicos. Pero Tokio 2020 está destinado a ser la competición en la que se consagre ante el público internacional.
En Estados Unidos ya le conocen. Su unión con este país es especial desde que cruzó el charco para seguir con su preparación. Entre los Cal Bears y el Canoe ha llevado a cabo la preparación para estos Juegos Olímpicos el nadador español. En California prácticamente lleva entrenando desde 2019, donde ha pulido todos los detalles que hacen de él la principal baza de la natación española en Tokio 2020, aunque la presencia de Mireia Belmonte divida un poco este favoritismo.
Sigue compitiendo con su universidad, la californiana, donde, por ejemplo, tuvo una destacada actuación en la última final de la NCAA. Aunque fue en los Europeos donde hizo un mágico 200 estilos, la prueba en la que mejor se desenvuelve. En el Ciutat de Barcelona hizo una marca que le sitúan entre los seis mejores en los dos últimos años en la prueba situando el récord de españa en un crono de 1:56:76. Una auténtica barbaridad. Esto quedará para el miércoles; antes tendrá la gran cita de la espalda.
Con Ryan Murphy, vigente campeón olímpico, y Kliment Kolesnikov como grandes favoritos en esta prueba, Hugo aspira a mejorar su marca en la prueba para tener un gran papel. En la madrugada del lunes al martes, a las 03:59 horas y desde la calle 1, González De Oliveira quiere brillar por primera vez en estos JJOO. Pero la gran baza llegará con el 200 estilos en el que tiene la sexta mejor marca de los inscritos y la cuarta mejor de este año. En esta prueba en la que Michael Phelps y Ryan Lochte libraron una batalla legendaria, ahora Michael Andrew, Duncan Scott y Mitch Larkin se presentan como sus grandes rivales.
Rápido ingeniero
Ha ganado colmillo competitivo con su paso por la Universidad de California, en Berkeley. Allí estudia Ingeniería Informática para completar una trayectoria de formación que se presentó como trepidante cuando en 2017 ganó tres oros en los mundiales junior de Indianápolis. Le llegó la oportunidad de ser becado por este prestigioso centro que está haciendo de este deportista y buen estudiante todo un proyecto de profesional magnífico.
De madre brasileña y padre mallorquín, Hugo se ha criado deportivamente en Madrid y es considerado el júnior español con mejor palmarés de la historia. González llega a Tokio con 22 años, una edad que se supone ideal en su deporte, aunque los periodos de vigencia de los nadadores se han ensanchado enormemente con su paulatina profesionalización. Su asentamiento se ha hecho esperar. Él reconoció que hasta estos recientes Europeos no había podido llevar a cabo una competición a su gusto.
Hugo González con su oro en los Campeonatos de Europa
Los programas nacionales suelen ir encaminados a formar campeones en distancias más cercanas a los 400 metros, por ello, el talento desarrollado por Hugo González es más propio de un diamante atípico que de un producto nacional. El balear se ha destapado como un velocista nato con mucho margen de mejora y con una capacidad tremenda para bajar sus tiempos de acuerdo a sus cualidades.
Roces
El hecho de estar formándose lejos de casa no le ha traído siempre beneficios. Este hecho ha provocado algunas fricciones entre Hugo y su entorno y la Federación Española de Natación. Tanto es así que ha llegado a afirmar en alguna ocasión que su decisión de abandonar España para seguir formándose no solo se ha debido a una simple decisión deportiva.
Hugo, allí, ha podido trabajar con una leyenda como Dave Durden, histórico integrante del equipo estadounidense masculino de natación y considerado como uno de los mejores del mundo. Con esta mezcla de talento nacional y diamante pulido en la cuna de los nadadores más rápidos, González De Oliveira llega a Río con todo a su favor para convertirse en ídolo nacional.
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