La imagen de Garbiñe Muguruza rompiendo su raqueta al final del partido cuando se confirmaba la victoria de Belinda Bencic y Viktorija Golubic ya decía mucho de lo que sentía la vasca por Carla Suárez. Ambas han abandonado la competición de dobles femeninos y la canaria, después de perder un día antes en individuales, dice adiós a los Juegos Olímpicos. Su participación en Tokio 2020 ya es historia en la temporada en la que se retira después de superar un Linfoma de Hodgkin.
La canaria había decidido despedirse a lo grande del tenis, tuvieron una bola de partido en ese 'super tie break' que disputaron ante las suizas y se lo levantaron. Suárez se curó en abril y en mayo disputó su primer partido individual 15 meses. Roland Garros fue la primera cita, continuó su gira de despedida en Wimbledon y Tokio se intuía como la guinda del pastel. Pero entre Pliskova y la pareja helvética, han acabado con el sueño.
La decepción y las emociones se quedaran encajadas en la voz y en los ojos, entre lágrimas apareció Garbiñe Muguruza ante los micrófonos tras el partido. La vasca no aguantaba y ni tan siquiera pudo comparecer ante los micrófonos de Eurosport. Tampoco podía evitar las lágrimas la canaria, aunque en su caso sí que intervino.
"Son muchas emociones. Yo lo he pasado muy mal, ella lo sabe. Teníamos muchas ganas de hacerlo bien. Hemos estado muchos años jugando juntas, este ha sido nuestro último partido. E suna pena que acabara así, que acabara en esta ronda. Entiendo cómo puede sentirse ella", explicaba entre sollozos Carla Suárez. Casi pensaba más en Muguruza que en ella misma, porque sabía que la vasca se sentía responsable de lo que acababa de suceder.
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