Nunca es fácil pasar una página dorada para encontrar nuevos ídolos que despierten el interés de los aficionados. Michael Phelps o Usain Bolt son algunas de estas leyendas que dejaron algo huérfanas a sus respectivas disciplinas cuando decidieron retirarse. Pero en la natación ha surgido la figura de una nueva estrella, la del estadounidense Caeleb Dressel. [Así vivimos la jornada en directo de los JJOO de Tokio 2020]
El nadador estadounidense llegó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 como uno de los claros favoritos a convertirse en uno de los nombres propios de la cita. El primer oro cayó a las primeras de cambio en la prueba de 4x100 libre y tan solo tres días después ha conseguido su segundo metal dorado en la prueba reina de la natación: los 100 metros libre.
El norteamericano salió mejor que sus rivales, pero la foto finish acabó siendo de infarto. El australiano Kyle Chalmers se llevó la plata y el ruso Kliment Kolesnikov el bronce, pero el oro fue para un Caeleb Dressel que además firmó su mejor marca personal en la distancia, el récord de Estados Unidos y, lo más importante, el récord olímpico con un tiempo de 47.02.
Estos dos oros se suman al que logró, también en la prueba de 4x100 libre en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Y todavía va a por más. A Tokio llegó con el objetivo de conquistar seis preseas doradas, de momento ha logrado dos. El resto de pruebas que le quedan por delante son dos individuales y dos por relevos: 50 libre, 100 mariposa, 4x100 estilos y 4x100 estilos mixto.
Aunque la prueba estrella, el oro que quería ganar costase lo que costase era este de los 100 libre. Ya se le vio visiblemente emocionado al confirmarse su victoria, pero cuando sonó el himno de Estados Unidos, ya con su medalla de oro al cuello y con la mano en el corazón, no pudo aguantar las lágrimas, dejando así una de las imágenes más emotivas de la jornada.
Como emotivo es la razón por la que siempre lleva un pañuelo atado a su muñeca cuando se sube al podio. Este pequeño gesto es un homenaje a la que fue su maestra preferida. Ella murió a causa del cáncer y desde entonces él honra su memoria colocándose este pañuelo cuando gana una medalla. Porque sí, Caeleb Dressel no es solo un campeón, sino que es ese yerno perfecto que todos desearían tener.
El chico 10
Que es uno de esos hombres a los que se considera como 'perfectos' lo demostró después de lo ocurrido tras ganar su primer oro en Tokio. Caeleb Dressel entró en el relevo por Brooks Curry y nada más tenerla en sus manos, se dirigió hacía él y se la dio. "Tiene que guardarla por mí hasta que reciba su medalla", dijo entonces el nadador de 24 años.
El de Florida tuvo su primera participación en unos JJOO apenas cumplida la mayoría de edad. Pero ese fue solo el principio para él, después llegaron los siete oros en el Mundial de Budapest 2017 y las seis medallas doradas y las dos de plata en el Mundial de Gwangju 2019. Aunque su historia podría haber sido muy diferente de no haber tomado una decisión clave en la universidad.
Por aquellos años le veían como un más que posible jugador de futuro en la NFL como receptor, pero fue en la natación en la que desarrolló su carrera y... ¡vaya si acertó! Ya nunca se sabrá si hubiese llegado a jugar en la liga de fútbol americano de EEUU, tampoco si de haberlo hecho, hubiera llegado muy alto, pero lo que sí se conoce es que en la piscina va camino de convertirse en leyenda.
Con un imponente físico de 1,91 y alrededor de 88 kilos. Con ese característico brazo izquierdo tatuado (entre otras cosas con un águila con la bandera de su país, un oso -animal con el que se identifica- y un caimán como homenaje a su adorada Florida) y como ferviente creyente, Caeleb Dressel quiere escribir su misma historia y no estar siempre bajo la sombra de Michael Phelps.
Sin comparaciones
El lema que ha mantenido Caeleb Dressel durante su participación en Tokio 2020 bien podría ser el de: sin comparaciones, por favor. El de Florida ha intentado una y otra vez que se deje atrás esa manía de compararle con el 'Tiburón de Baltimore'. Y lo cierto es que pese a que los dos son grandes campeones y son maestros en los 100 metros mariposa, sus similitudes acaban ahí.
"No soy Phelps", dice Dressel cuando le preguntan una y otra vez por si es el sucesor, el heredero del que ha pasado a la historia como el mejor nadador de todos los tiempos. Michael era un portento, habilidoso y polivalente en varias disciplinas dentro de la piscina. Pero Caeleb es diferente. Es un sprinter puro, veloz como ninguno y especialista en mariposa y estilo libre.
"Entiendo que la gente me quiera comparar a Phelps porque estamos en un mundo de comparaciones, pero esos juicios para mí son irrelevantes. No estoy poniéndome al nivel de Lebron, pero a él le ocurre lo mismo con Jordan. Y yo enciendo la tele para verle a él. Me da igual si es mejor que Jordan o no. Es increíble lo que hace. ¿Qué más da si es o no mejor?". dejó claro en unas declaraciones para L'Équipe.
Las redes sociales
La piscina es lo suyo, pero también nada como nadie entre las aguas de las redes sociales. Tiene su propio canal de YouTube para analizar su rendimiento y en el que es su primer crítico. También un podcast con su amigo Ben Kennedy llamado The Bean and Caeleb Show, en el que habla de temas muy variados. Y es que sus pasiones van desde los animales al trekking o a la batería, instrumento que toca desde que era niño.
Su vida bien podría ser la de un protagonista de una película americana, en el que él sería el chico guapo de ojos azules que consigue todo lo que se propone, que es bueno y que se casa con su novia de toda la vida y vive con ella junto a su adorable perro labrador. Y como todo 'prota' también vivió una etapa de rebeldía en su adolescencia, pero gracias a la Biblia encontró su camino a la salvación. De ahí a la gloria.
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