España tuvo que acudir hasta la prórroga para poder conseguir el billete para las semifinales en el torneo olímpico de fútbol de Tokio 2020. Lo hizo gracias a esta acción, un claro penalti que no señaló el colegiado en primera instancia. Tuvo que acudir al VAR para comprobar que Eric Bailly había golpeado el balón con su brazo estirado por encima de la altura del hombro. Mikel Oyarzabal se encargó de transformar el castigo desde los 11 metros. [España 3-2 Costa de Marfil: siga en directo los cuartos de final de fútbol de los JJOO de Tokio 2020]
Corría el minuto 96 cuando un centro de Juan Miranda se estrellaba con la mano del defensa del Manchester United. Iba al remate Rafa Mir, el autor del gol que llevó el partido a la prórroga. Pero esa mano no se lo permitió. Los jugadores españoles tenían claro que era un penalti como una catedral, pero el colegiado no lo señalaba. El balón salió rápido del campo y las conversaciones con el AVAR empezaron. Después de revisarlo durante unos segundos, mandaron al árbitro a que lo visionara.
Las repeticiones confirmaban el pensamiento de todos los jugadores españoles. El balón golpeaba en un brazo que estaba por encima de la altura del hombro. Tal y como dictan las últimas modificaciones de la IFAB, estas acciones siempre se señalan como penalti. Y así lo hizo el árbitro. Terminó su revisión y señaló con su brazo el punto de los 11 metros. Las celebraciones comenzaban entre los españoles, aunque todavía tenía que ejecutarlo Oyarzabal.
El delantero de la Real Sociedad anotaba el gol que ponía por delante a la Selección tras batir al portero de Costa de Marfil con una tranquilidad pasmosa. Nuevo tanto de Oyarzabal, que ya había hecho el de la victoria frente a Australia.