Escándalo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Una de las atletas que ha participado en la cita ha mandado un SOS a través de sus redes sociales al Comité Olímpico Internacional (COI). Krystsina Tsimanouskaya es la deportista bielorrusa que ha protagonizado un vídeo en Telegram, verificado después por la BBC.
Según ha confirmado la atleta, corredora de 200 metros, después de verter críticas hacia el Comité Olímpico de Bielorrusia, el suyo propio y que dirige el hijo del presidente de la nación, desde su país le obligan a abandonar Japón. Su gran temor es volver a casa y que acabe metida en la cárcel.
"Pido ayuda al Comité Olímpico Internacional. Están tratando de sacarme del país sin mi permiso y le estoy pidiendo al COI que se involucre", era la petición de auxilio de Krystsina Tsimanouskaya. Después de conocer el asunto, desde el COI han querido tomar cartas en el asunto.
"Tanto el COI como la organización de Tokio 2020 han hablado directamente con Krystsina Tsimanouskaya esta noche. Está con las autoridades en el aeropuerto de Haneda y actualmente está acompañada por un miembro del personal de Tokio 2020. Nos ha dicho que se siente segura", ha informado el COI a través de perfil en la red social Twitter.
"El COI y Tokio 2020 continuarán sus conversaciones con Tsimanouskaya y las autoridades para determinar los próximos pasos en los próximos días", han añadido desde el Comité Olímpico Internacional en su comunicado respecto al llamamiento de ayuda de la bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya.
Situación de Bielorrusia
Las relaciones entre el COI y Bielorrusia son tensas. El pasado mes de diciembre, el Comité sancionó tanto al presidente del país, Aleksandr Lukashenko, como a su hijo y presidente del Comité de Bielorrusia, Víktor Lukashenko. Los dos han sido vetados para estar en Tokio 2020 y esto después de varias denuncias en las que se les acusa de discriminación política contra los atletas.
Bielorrusia apartó del equipo a Krystsina Tsimanouskaya por su "estado emocional y psicológico". Entonces le exigieron que volviese a su país. Y todo después de las críticas y de que se haya conocido que, presuntamente, haya comenzado a preparar los trámites para pedir asilo en Europa.
"No tengo miedo de que me echen de la selección nacional, temo que en Bielorrusia me puedan encarcelar. Los funcionarios dicen que la orden de deshacerse de mí vino de arriba", llegó a decir la velocista en una entrevista previa a que estallase todo el asunto en la cadena de radio de su país ERB.
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