Alex Dujshebaev (Santander, 1992) creció en casa con tres medallas olímpicas. Meses antes de nacer él, su padre, el mítico Talant Dujshebaev, se colgaba el oro de balonmano en los Juegos de Barcelona 1992 con el Equipo Unificado -conformado por atletas de los equipos deportivos de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética-. Con España ganaría dos bronces en las siguientes citas, Atlanta 1996 y Sídney 2000.
Ahora es Alex, a sus 28 años, el que quiere colgarse al cuello una medalla de los Juegos Olímpicos. Sus opciones pasan por que España gane este jueves en semifinales a la favorita, la actual campeona del mundo y olímpica, Dinamarca. No es el rival deseado, pero los 'Hispanos' no le temen a nada. El equipo de Jordi Ribera se siente más unido que nunca y tiene en el mayor de los hermanos Dujshebaev una de sus bazas.
EL ESPAÑOL ha hablado con Alex. En el momento de la charla, rozando la medianoche de Tokio, la emoción de la remontada "histórica" -como él mismo la califica- contra Suecia en cuartos (33-34) ya está más reposada y cree que cuando arranquen el día se irán notando los nervios, teniendo en cuenta que no jugarán hasta las 21:00 horas (14:00 en España).
El '10' de los 'Hispanos' quiere el oro como premio a una generación que acumula dos oros y una plata en los tres últimos Europeos y fue bronce en el pasado Mundial, celebrado en enero. Precisamente, fue Dinamarca la que apeó a España de la lucha por el oro en la cita mundialista y ahora se cruza en nuestro camino en la misma ronda. Alex, sin embargo, prefiere no hablar de revancha.
¿Uno siente nervios cuando llega a semifinales de unos Juegos Olímpicos?
Se juntan muchas emociones diferentes, muchos partidos que han sido muy apurados... Pero ahora mismo tenemos muchos ganas y mucha ilusión y deseando que llegue el momento. Pensamos simplemente en descansar bien.
Mañana será un día que, seguramente, se hará muy largo ya que el partido es tarde para nosotros aquí. Mañana sí que será un poco más complicado con la tensión antes del partido, sufriremos antes de entrar en la pista -risas-.
Se habla mucho de la presión estos días, ¿cómo la manejáis vosotros para que os veamos tan a gusto?
La profesión va un poco por dentro -risas-. También lo pasamos mal y también sufrimos. Yo creo que aquí nos apoyamos todos los unos en los otros. Sabemos que podemos confiar y, simplemente, nos dejamos todo. Entre todos intentamos sacarlo hacia delante.
Es importante para eso que seáis una piña...
Si, desde luego. En estos partidos, con la presión que hay tanto externa como interna y todo lo que suponen, el saber que el grupo está ahí pase lo que pase, ya sea que las cosas vayan mal o vayan bien, es lo que te da la confianza y la tranquilidad para afrontarlos cuando es más difícil.
Saber que el grupo está ahí pase lo que pase es lo que te da la confianza para afrontar los momentos difíciles
Fue tremenda la remontada contra Suecia. En ese momento en el que ves que le estáis dando la vuelta al marcador en un partido así, ¿qué piensa el jugador en la pista?
Uff, no sé. En meter gol supongo -risas-. La verdad que simplemente me concentro en ver lo que sucede y, si da tiempo, a pensar en qué jugada hacer o qué buscar en ese momento, dependiendo del rival y cómo estemos nosotros. Y poco más. Aunque no lo creas, pasan muy lentos esos momentos pero también muy rápidos. Es una mezcla en la que también vas a unas revoluciones en las que es complicado gestionar todo. Hay que pensar lo menos posible, pero lo más claro que puedas.
Tiene que dar alas una victoria como la de Suecia, por el rival y por la forma de ganar.
Fue un partido histórico. Se nos pusieron las cosas muy complicadas, pero cuando todo parecía estar más cuesta arriba, a falta de 15 minutos, yo creo que lo sacamos entre todos. Fuimos balón a balón, celebrando cada acción. Ahí, de verdad, fuimos más equipo que nunca y si queremos ganar sabemos que tenemos que seguir siéndolo y serlo en cada jugada, desde los que estamos en la pista hasta los que estamos en el banquillo.
En celebrar cada acción positiva e intentar animar en cada gol recibido o fallado reside la fuerza de seguir ahí y nunca perderle la cara al partido.
Una inyección de moral en el mejor momento, antes de pelear por las medallas...
Al final son 48 horas -entre un partido y otro-. Es mucho y poco a la vez. Pero el equipo, no solo por este partido, tiene desde hace ya años esa confianza en saber que, si estamos todos juntos, podemos sacar esos partidos o, por lo menos, vamos a tener la opción de estar ahí. Si nos caracterizamos por algo es por siempre pelear hasta el final, estar ahí. Unas veces saldrá cara y otras cruz, pero siempre vamos a pelear hasta el final.
Ser buena gente es importante, pero en un vestuario no pueden faltar la competitividad y la ambición
Leía una entrevista de tu padre (Talant Dujshebaev) hace poco y hablaba de la importancia del carácter, que le gustan los jugadores "guerreros" en el vestuario. ¿Te ves parecido a él en este sentido?
Siempre es bueno. En un vestuario hace falta eso. Ser buena gente es importante, está claro, pero al final en el deporte, la competitividad, las ganas de ganar y la ambición son lo que no pueden faltar. Es lo que siempre tiene que estar. Ese espíritu de lucha, de pelear cada balón y cada jugada como si fuese la última. Si quieres un equipo ganador tienes que tener eso.
Es muy complicado ser un equipo ganador sin tener eso. Cuando las cosas van mal o están apretadas, lo que marca la diferencia es apretar los dientes para sacarlo para adelante. Solo equipos así son capaces.
Tu padre tiene tres medallas en los JJOO y tú participas en ellos por primera vez. ¿Has hablado con él de cara al partido contra Dinamarca?
Justo en un rato le llamaré antes de irme a dormir y hablaremos, también para ver cómo está. Siempre me da alguna opinión. Es mi padre y yo siempre aprecio los palabras y todo lo que me ayuda.
Osea que soléis hablar antes de los partidos con la Selección.
Prácticamente siempre, salvo que pase algo raro. Siempre intentamos hablar antes de los partidos. También después, pero más que nada antes.
Sobre las semifinales, ¿hay ganas de revancha con Dinamarca por lo del Mundial?
No es revancha, pero sí sabemos que en los últimos años se nos vienen atragantando un poco. Sabemos que son unos de los clarísimos favoritos desde el principio para las medallas y sabemos que están a un gran nivel en estos Juegos.
Vamos a darlo todo. Nosotros también hemos ganado a prácticamente todos nuestros rivales y mañana vamos a intentar hacerlo otra vez. Vamos con todo el respeto del mundo, como siempre contra cualquier rival, pero nosotros saldremos a ganar.
¿Dónde crees que puede estar la clave para llevarse el partido?
En partidos así está siempre en los pequeños detalles. Va a ser muy igualado y muy duro. Tienen un gran ataque, una buena portería, una buena defensa... Tienen un equipo completísimo, que tiene un montón de jugadores de primerísimo nivel en todos los puestos. Pero creo que nosotros también y, por tanto, se decidirá en momentos concretos al final y ya está.
No hace falta ir anunciándolo, pero nosotros hemos venido a Tokio a por las medallas
Ahora que están tan cerca, igual me lo puedes confesar. ¿El equipo tenía claro que venía con opciones de llevarse alguna de las medallas?
Si, sí. No hace falta decirlo e ir anunciándolo, pero nosotros hemos venido aquí a por eso, a por las medallas. Ya estamos muy cerca de ello y las semifinales son nuestro primer paso para conseguir esa medalla.
Y ya para terminar. Completa la frase: "Si ganamos el oro…"
-Risas- No sé qué decirte. Que "seremos los más felices del mundo". Sería de verdad un premio que esta generación se merece. Creo que son muchos años ganando muchas cosas, peleando cada campeonato, cada partido. De verdad que este grupo de gente se merece ese oro y vamos a intentar conseguirlo.