Llegaba a Tokio como una de las esperanzas de España para sumar medalla. Comenzó la prueba de 50 kilómetros marcha a buen ritmo y colándose entre los mejores. De hecho, estuvo a escasos 100 metros de conseguir el tercer metal. Pero Marc Tur no podía más, empezó a marearse y su visión se volvió cada vez más nublada. El canadiense Dunfee le pasó sin que apenas pudiera reaccionar y la delegación española se tuvo que conformar con un diploma olímpico tras el cuarto puesto.
Marc Tur terminó completamente roto. "Mareado. Mareado. No podía más", fueron sus escasas palabras nada más terminar la carrera en los micrófonos de la Cadena Cope. El español había resistido, pero se había quedado sin medalla cuando ya la estaba tocando con la yema de los dedos. No le importaba porque en ese momento simplemente pensaba en recuperar algo de oxígeno y recomponerse.
Poco después, y de nuevo para Tiempo de Juego, el atleta español habló sobre lo sucedido. "Ya estoy más recuperado. Ya también relativizando todo un poco. No me esperaba que me pasara en el último momento. Estaba exhausto, mareado, veía doble", ha llegado a relatar. "Mi visión se ha empezado a nublar, no veía bien, he llegado a meta y solo quería volver en mí". Una sensación de angustia que llevó al límite a Tur.
"Al llegar a meta ha sido un golpe duro, no sé de dónde ha salido el canadiense. No contaba con él y me ha pasado al llegar a meta". Sin embargo, era lo que menos le importaba. "Iba midiéndome, pero en el km 49 me he encontrado con un muro que me veía incapaz de llegar al 50. Cuando se te empieza a nublar la vista...", ha reconocido.
"Nunca me había ocurrido. Veía doble, no sabía a dónde tenía que ir. Iba recto, pero estaba en mi límite. Y además tenía que asegurar la técnica por llevar dos avisos". La situación no podía ser más complicada y los peores presagios se acabaron cumpliendo. "En ese momento, pensaba que ya tenía el bronce, pero no pensaba en la medalla. Solo pensaba en que acabara la agonía porque estaba llegando a mi límite en todos los aspectos".
Pese al varapalo, el objetivo ya está puesto en París 2024. Marc Tur llegara como una seria opción de España para pelear por las medallas. Bragado, que ha disputado sus últimos Juegos Olímpicos en esta edición, hasta le dio su 'bendición' tras finalizar la prueba. "Me ha dado la enhorabuena y me ha dicho que esté tranquilo, que con el tiempo lo valoraré". Un mensaje importante viviendo de una estrella que, con 51 años, ha disputado hasta ocho Juegos Olímpicos.
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