La selección española de balonmano se llevó el bronce ante Egipto con un marcador muy igualado. Los Hispanos, que cerraron la primera mitad por delante, acabaron sufriendo más de lo previsto. El equipo de Jordi Ribera recupera el idilio olímpico y pone fin a una generación de oro con el mejor premio posible. España tendrá 17 medallas en Tokio 2020, las mismas que en Rio, como mínimo. [Narración y estadísticas: Egipto 31-33 España]
Era el día para la historia. España llegaba tocada tras no alcanzar el objetivo de la final por muy poco. El golpe de perder ante Dinamarca podía pesar en la lucha por el bronce. Esos partidos donde el tercer y cuarto puesto castigan más a nivel mental que en el aspecto físico. Sin embargo, ni los Hispanos ni Egipto lo notaron. El partido, rápido y con alta anotación, fue imposible de romper y dejó la medalla en el aire hasta el tramo final. Con el bronce, España se aseguró las 17 medallas en Tokio, pues con la de fútbol, que finalmente fue plata, ya se contaba. Una cifra que permitirá igualar las conseguidas en los Juegos de Rio 2016.
La selección española de balonmano comenzó dejando el protagonismo ofensivo a Dani Sarmiento, que anotó el primer tanto e intentó romper por el centro el muro defensivo egipcio. No era sencillo y el rival se colocó con empate a dos sin muchas dificultades. A España le costaba generar y a los egipcios apenas. Con esas, el golpe no tardó en llegar: Elahmar puso el 4-2 y la primera gran ventaja para el rival.
A España no le salían las cosas. Tanto que ni Pérez de Vargas brillaba bajo palos. Sin embargo, tras ponerse con el 5-3 con un golazo de vaselina, España cambió su versión defensiva y se rehizo a los 10 de partido. La presión atrás subió, el aviso de pasivo agotó las opciones egipcias y con Pérez de Vargas ahora interviniendo, España se adelantó. Fue Raúl Entrerríos quien, con su 6-5, recuperó la sonrisa a la selección de balonmano.
El día y vuelta se mantuvo. Egipto creía y España resistía. Pero el varapalo llegó y para los de Jordi Ribera. Corría el minuto 16, Julen Aguinagalde peleaba como pivote y una mala caída del rival le dejó fuera. Su tobillo, dañado, dejó a la selección sin uno de sus referentes ofensivos. Pese a que salió por su propio pie, no pudo continuar y dejó a Adrià Figueiras la responsabilidad de pegarse con los hombres grandes.
La dificultad para España era mayor, pero ante la adversidad solo tocaba crecerse. Antonio García, como siempre de 'tapado', le dio a los Hispanos el ritmo necesario. Y eso, sumada a alguna superioridad numérica, permitió abrir la primera brecha en el marcador para la Selección. A menos de diez para el descanso, los de Ribera se fueron con un 13-15 que daba el liderazgo del juego. Egipto se volcó e intentó suplir su exclusión jugando sin portero e incluyendo un hombre más de campo. No les sirvió de mucho y el conjunto nacional de balonmano consiguió poner el 14-17 con Aleix Gómez desatado. Incluso se perdonó el +4 que dejaba con vida a los egipcios (16-19).
Antonio García lo cambia todo
La segunda mitad de España no pudo ser peor. Se deshizo el trabajo de esos diez minutos finales de la primera y olvidó por completo la ventaja de +3 cosechada con esfuerzo. Ganar el bronce no iba a ser un camino de rosas. El sufrimiento de las primeras jornadas de la fase de grupos se volvía a sentir en las filas hispanas. Y, en esa guerra de sentimientos y miedos, apareció un soldado de nombre Antonio García.
Handawy creció en la portería egipcia y los de García Parrondo se metieron de lleno en el partido. La igualdad ya era imposible de remediar y el parcial no encontró freno alguno. del 16-19 al 23 iguales gracias a un tanto de Shebib. Entonces, apareció él. Antonio García cambió por completo la dinámica de juego. Trabajó bien sin balón y acabó con el bloqueo ofensivo de una España que se estaba metiendo en terreno peligroso.
Primero anotó para el 23-24 en el ecuador de la segunda mitad. Y luego, ya entrados en los diez finales, volvió a aparecer para darle a España la ventaja del 27-28 prácticamente tres minutos. Dujshebaev afianzó el +2 y la selección de balonmano, con sufrimiento final, ganó el bronce.
Un premio perfecto para una generación que impulsará su transición. Estrellas como Julen Aguinagalde o Raúl Entrerríos, que aplazó su retirada por un año, coronan su carrera con la Selección a lo grande. Después de no conseguir metal ni en Londres 2012 ni en Rio 2016, los Hispanos vuelven a sumar.
Egipto 31-33 España
Egipto: Eltayar; Sanad (1), Mamdouh (7), Elmasry (-), Yehia Elderra (2), Hesham (1) y Seif Elderra (-) -equipo inicial- Hendawy (ps), Yahia Omar (6), Wisam Nawar (-), Elwakil (2), Kaddah (4), Elahmar (7, 3p) y Mesilhy (-)
España: Pérez de Vargas; Aleix Gómez (8), Gurbindo (-), Sarmiento (1), Raúl Entrerríos (4), Ángel Fernández (2) y Aginagalde (2) -equipo inicial- Corrales (ps), Maqueda (-), Alex Dujshebaev (5), Figueras (3), Antonio García (6), Gedeón Guardiola (-) y Sánchez-Migallón (2)
Marcador cada cinco minutos: 2-2, 5-4, 7-7, 11-12, 14-16 y 16-19 (Descanso) 19-21, 22-23, 24-24, 27-27, 28-29 y 31-33 (Final)
Árbitros: Schulze y Tonnies (GER). Expulsaron por tres exclusiones al jugador español Gedeón Guardiola (m.57. Además excluyeron por dos minutos a Sanad y Hesham por Egipto; y a Sánchez-Migallón por España.
Incidencias: Encuentro por la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Tokio disputado en el estadio nacional Yoyogi. Sin público.