La suerte es un factor que en el deporte siempre marca la diferencia. El azar es determinante, aunque se trate de huir de esta idea cuando hay una derrota. Las malas rachas tienen una pizca de este condicionante. Por ejemplo, a España se le puso de cara el oro en fútbol en Barcelona 92 cuando Kiko marcó en el último minuto. Lo mismo le sucedió a la de waterpolo masculino de Atlanta 96, donde el país consiguió su último primer puesto en una competición por equipos en unos JJOO.
El país está sumido en una crisis cuando se habla de deportes de equipo. 25 años después, España sigue sin ser capaz de vencer en una gran final. El partido en el que se dirime la lucha por el oro se convierte en una montaña imposible de escalar para los combinados nacionales. En Tokio 2020 se ha vuelto a revivir una pesadilla que en esta ocasión les ha tocado a los chicos del fútbol y a las chicas del waterpolo, que, de diferentes formas, se han encontrado con la derrota en el momento determinante.
Lo del waterpolo entraba dentro de la lógica, aunque la crueldad con la que se ha producido la derrota ha sido exagerada. España no fue rival para Estados Unidos. El equipo norteamericano sigue siendo el coco al que no consigue superar la selección de Miki Oca, ya que la femenina también perdió ante este rival en Londres 2012, aunque allí el marcador fue más apretado (8-5). El combinado de las 'Guerreras del Agua' vio como, prácticamente en el primer cuarto, le habían dejado sentenciado el choque, a pesar de un atisbo de mejora en el segundo. En los últimos cuartos, la selección solo consiguió meter un tanto para el 5-14 que se oteaba en el marcador al final del choque.
El fútbol llegaba con más opciones y, de hecho, el encuentro llegó a la prórroga. Brasil, el tiempo extra y el larguero terminaron con el sueño de oro de la Selección. España tuvo dos disparos al travesaño en los últimos minutos del tiempo reglamentario para haberse proclamado campeona olímpica, pero la suerte no le acompañó y Malcom decidió con un gol en el minuto 109. Una situación similar a lo que vivieron en Sídney 2000.
La mala suerte
El fútbol también encontró la mala suerte en este torneo. En esa ocasión también se llegó a la prórroga, incluso se sobrepasó. Un penalti al palo de Iván Amaya y los cinco aciertos de la Camerún de Eto'o, Lauren y Kameni acabaron con el sueño de revalidar el oro de Barcelona. La fortuna fue bastante dispar ya que le anularon un tanto al equipo africano en el último minuto de la prórroga, pero España envió un balón al palo en el 92', así como se quedó con nueve jugadores durante el encuentro.
Antes de este evento, hay otro en el que se puso el punto inicial de esta mala racha. España cayó en la final del torneo de hockey masculino en Atlanta 96, después de que los chicos de waterpolo consiguieran su oro. Allí la selección se puso por delante en el marcador al inicio de la segunda parte, pero Países Bajos le dio la vuelta al marcador para el 1-3 final. En 2016, este deporte revivió este cruel momento cuando en Pekín 2008 se volvió a plantar en una final. Un solitario gol de Alemania volvió a apear del oro al país en esta modalidad.
El baloncesto ha sido el que más finales ha perdido, cuestión que habla bien en el sentido de que son el equipo que más lejos ha llegado siempre. En todo momento se han encontrado a un enemigo común, al gran dominador de esta modalidad: Estados Unidos. Los chicos lo han sufrido en sus carnes en dos ocasiones. En Pekín 2008 estuvo cerca, pero más aún en Londres 2012. La femenina tampoco pudo hacer nada contra el equipo norteamericano en Rio 2016.
Y los paralímpicos
La mala racha también se traslada a los Juegos Paralímpicos, donde España se ha encontrado con la suerte dándole la espalda en dos finales. El goalball femenino en el Sídney 2000 sufrió una cruel derrota por 0-1 ante Canadá, mientras que el baloncesto en silla de ruedas en Rio 2016 no pudo con Estados Unidos y sucumbió por 52-68.
Este bloqueo mental de España en las finales no encontrará su oportunidad de redención hasta los próximos Juegos. A pesar de que los deportes de equipo suelen ser una de las fuentes fiables de medalla en cada JJOO, el país se da de bruces cada vez que se encuentra en una situación de conseguir un oro. No es el de Moscú, pero la delegación y las selecciones seguirán buscando en París, en 2024, este metal que se resiste.