Shaun White se presentó a los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín 2006 con una larga melena roja y sus inocentes 19 años. Tres medallas de oro después, con 35 y con el pelo mucho más corto, dará sus últimos saltos en el halfpipe este viernes 11 de febrero. El hombre más famoso del mundo dentro de este deporte dice adiós tras una trayectoria impecable y la fama ganada a pulso. Tiene a su alcance en Pekín 2022 retirarse en lo más alto del podio.

Ha lidiado con una lesión en el tobillo y la Covid-19 esta temporada, así como ahora tiene que competir con las grandes promesas de este deporte. No se le considera favorito esta vez, pero no hay nadie que le pierda el respeto. White ha competido con poca frecuencia en los últimos años, principalmente para prepararse y clasificarse para los Juegos Olímpicos. El 'tomate volador', aunque poco queda de ese rojo tan intenso de su juventud, quiere dar un último espectáculo.

Después de coquetear con la idea de competir en skate en los Juegos Olímpicos de Verano de Tokio, alargará su leyenda marcada por el doble McTwist 1260 y el double cork 1440, dos trucos con los que consiguió sus tres medallas. Para la cuarta, tiene preparado algo aún superior: el triple cork 1440. Algunos de sus rivales en la gran final de este viernes lo han conseguido esta temporada, él nunca lo ha hecho. White quiere quitarse esta espina que, además, le podría hacer revalidar el oro de Pyeongchang.

White luchará contra competidores mucho más jóvenes como los japoneses Ayumu Hirano, de 23 años, y Yuto Tatsuka, de 20, así como con el australiano Scotty James, de 27, por el oro en Pekín. "Me dicen: "Solía jugar a tu videojuego. Te amo. ¿Puedo tomarte una foto?", reconoce el estadounidense que impulsó este deporte a otro nivel con su fama. Atrás deja un legado impresionante, aunque también con algunas polémicas.

'Ironman'

Guiado por nada menos que el aclamado patinador Tony Hawk, White se convirtió en profesional a los 16 años. Antes ya había pasado del esquí al snowboard a los seis años y fue coronado por sus muchos logros. Tiene el récord mundial de la mayor cantidad de medallas de oro en los X Games por un snowboarder y fue la primera persona en competir y ganar preseas en los X Games de verano e invierno. Es uno de los deportistas más completos del planeta.

Además, supo hacer de todo esto un negocio. Le calculan a White un patrimonio neto de más de 52 millones de euros. Patrocinios con Louis Vuitton, Burton Snowboards, Target Corporation, Red Bull y American Express, sus videojuegos y su marca personal han hecho que llegara más alto que nadie. Esto le ha permitido también llevar sus aficiones al primer plano, como la de músico. Aunque un deporte en el que se arriesga tanto también deja muchas secuelas.

Shaun White, sobre el halfpipe de Pekín 2022. Andrew Milligan / PA Wire / dpa

White sufre de una afección cardíaca llamada Tetralogía de Fallot, que se compone de cuatro defectos cardíacos congénitos, y se ha sometido a tres operaciones a corazón abierto para solucionar sus problemas. Pero antes de ganar el oro en Pyeongchang también se tuvo que recuperar de un gravísimo accidente. Shaun se golpeó la cara con el borde del halfpipe mientras entrenaba en Nueva Zelanda. Se sometió a una cirugía y requirió 62 puntos de sutura para cerrar las heridas en la cara.

La sombra de los abusos

No solo se ha tenido que enfrentar a problemas de salud. En 2016, White fue demandado por Lena Zawaideh, la batería de su antigua banda Bad Things, acusándolo de acoso continuo y abuso verbal. Según las informaciones, la demanda se resolvió al año siguiente, pero el movimiento #MeToo y su aparición en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 en Pyeongchang hicieron resurgir el caso. Lo mismo ha sucedido ahora en 2022.

Entre las acusaciones, Zawaideh afirmó que White le envió imágenes gráficas y sexualmente explícitas de "penes hinchados y erectos" y la obligó a ver videos sexualmente perturbadores, "incluidos videos que sexualizaban la materia fecal humana". Otro de los videos que Lena denunció que se vio obligada a ver era el de una pareja matando a un oso y luego teniendo sexo encima. Además, explicó que Shaun le metió mano de forma explícita, algo que le hacía estar sujeta a "su personalidad más oscura y misógina".

White negó todas las acusaciones de abusos, aunque sí reconoció que los mensajes de texto eran reales. En la NBC, le preguntaron tras su éxito en Pyeongchang si esta cuestión empañaría su carrera: "No lo creo, soy quien soy, y estoy orgulloso de quien soy, y mis amigos me aman y responden por mí, y creo que eso vale por sí solo". Además, en el New York Times lamentó "haber incomodado a alguien, especialmente a alguien a quien consideraba un amiga".

En noviembre, Shaun White se sentó en la nieve en la ladera de una montaña en Austria agotado. Le dolía la rodilla. Había pasado el día viendo a los snowboarders más jóvenes "lanzar trucos increíbles" y mejores que los suyos. Después, se lanzó por un halfpipe y su tobillo "simplemente cedió". Se sentía viejo. Este viernes quiere sentirse joven por última vez y cerrar su extraordinaria carrera con el oro que condecore su carrera.

[Más información: Queralt Castellet, plata en Pekín 2022: quinta medalla de España en la historia de los JJOO de Invierno]

Noticias relacionadas