Vladímir Putin no se ha quedado sin Juegos Paralímpicos de Invierno a pesar del veto que impuso el Comité Olímpico Internacional. Él mismo ha creado una competición para que los mejores deportistas de Rusia midieran sus cualidades. La ciudad de Janty-Mansisk fue testigo de los Juegos Paralímpicos de Invierno "Estamos juntos. Deporte". Así es como se ha denominado esta cita celebrada la última semana mientras sigue la invasión sobre Ucrania.
No estaba solo en esta cita. Bielorrusia, que también estaba incluida en el veto por el apoyo a Moscú en la invasión de Ucrania, Tayikistán, Armenia y Kazajistán han participado en esta fiesta privada de Putin. En la cita en la que se han competido en seis deportes diferentes, como en los Juegos Paralímpicos del COI, Rusia ha dominado el medallero. Los atletas de este país han conseguido 39 oros, 40 platas y 27 bronces.
Por estos éxitos, el Comité Paralímpico Ruso compensará a sus campeones. Por ocupar el primer puesto del podio han recibido 38.000 euros, 23.000 por ser segundos y 16.000 por el bronce. En cualquier caso, lo más importante para el país es que ha vuelto a poder usar su bandera y su himno durante esta prueba. Al tener tantos éxitos, no ha parado de sonar. Aún así, la situación bélica ha impedido a Putin acudir a esta cita.
En cualquier caso, no desaprovechó la oportunidad de poder lanzar un mensaje a sus deportistas y, sobre todo, cargar contra el COI y también contra el sistema antidopaje en un mensaje grabado que se emitió durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Paralímpicos. Cabe recordar que en la cita de invierno de Pekín la gran protagonista fue Kamila Valieva, la joven patinadora de 15 años que dio positivo. El deporte paralímpico vivió su gran momento del año bajo el amparo de una invasión.
Abiertos al mundo
En un primer momento el COI decidió mantener la presencia de atletas paralímpicos rusos y bielorrusos en Pekín 2022. Solo tardó un día en dar marcha atrás ante la presión internacional. Desde ese momento, Rusia se puso a trabajar para crear esta gran competencia que Putin asegura que está "abierta a todos los deportistas del mundo". Es el particular azote del presidente ruso al Comité al que acusa de politizar con sus decisiones el deporte.
Así elevó su crítica contra el COI. "El colmo del cinismo fue la eliminación de los atletas rusos y bielorrusos de los Juegos Paralímpicos de Pekín. No fueron solo los atletas inocentes los que sufrieron, sino los atletas paralímpicos, personas que no se derrumbaron, sino que superaron las pruebas más difíciles de la vida, dignos de todo el apoyo y admiración posibles, aquellos que, con su ejemplo, dan esperanza a millones de personas, los hacen creer en sí mismos y en su fuerza", sentenció Putin.
También justificó la creación de la competición: "Rusia, para la cual la fidelidad a los ideales del deporte y el Olimpismo siempre ha sido y sigue siendo inquebrantable, no soportará la privación de la fiesta principal de los atletas y sus mentores. Se han estado preparando para ello durante mucho tiempo. Y decidimos organizar nuestras competencias, abiertas a atletas paralímpicos de todo el mundo, a líderes reconocidos y debutantes, a todos los que realmente se preocupan por el deporte y sus valores".
Independencia olímpica
El discurso de Putin está muy lejos de favorecer que Rusia y el COI se reencuentren. "Desafortunadamente, en los últimos años, un número cada vez mayor de grandes competiciones internacionales se han caracterizado por eventos que son incompatibles con el deporte, con su espíritu y su carácter. Hemos sido testigos repetidamente de arbitrajes dudosos y sesgados, calumnias, provocaciones directas y hemos visto cómo las ideas del propio Pierre de Coubertin fueron metódicamente distorsionadas, distorsionadas y los principios sagrados del deporte fueron ensuciados", apuntó Putin.
Todo ello pese a la relación que une al presidente ruso con el máximo responsable del COI, Thomas Bach. Este alemán, nacido en Wurzburg, en la parte occidental del telón de acero, ha estado desde que saltó la trama rusa en entredicho por la relación personal que tiene con Putin. Lo sucedido con Yulia Stepanova, la atleta rusa exiliada en Estados Unidos que dio positivo y sacó a la luz documentos que hacían aumentar las suspicacias sobre estas relaciones, dejó su imagen en entredicho.
En el aire está ver cómo se va reintegrando a Rusia en el deporte cuando termine la invasión. Aunque este momento está lejos de suceder, Putin ya ha dado un primer paso para crear sus competiciones independientes del COI y que sus deportistas sigan rindiendo al máximo nivel. Es difícil que los propios atletas no quieran aspirar a unos Juegos Olímpicos de verdad, pero si el aislacionismo con el país continúa, a Vladímir no le va a temblar el pulso.
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