La falta de libertad en Cuba sigue desangrando su atletismo. A lo largo de la historia han sido varios los deportistas cubanos que se han nacionalizado españoles. El último ha sido Jordan Díaz, gran promesa del atletismo mundial que aspiraba, incluso, a llevarse medalla en Tokio 2020. Lester Lascay sigue llevando la bandera de su país. Al menos lo hará este miércoles en el Meeting Iberoamericano de Atletismo en Huelva. El saltador de longitud lleva un tiempo en España y entrena en Guadalajara.
Con 20 años tiene una marca personal de 8,28 metros y en 2017 fue subcampeón mundial Sub18 en Nairobi y al año siguiente campeón olímpico de la juventud en Buenos Aires. Su calidad le viene en los genes, pues es sobrino de Mabel Gay, subcampeona mundial de triple salto en 2009. El pasado verano ya compitió con los colores de Cuba en Tokio 2020, aunque no pasó la calificación. Este mes de marzo no se concentraba con el equipo en Castellón y confirmaba que desertaba.
Cuba tiene serios problemas para retener a sus talentos atléticos, que acaban fugándose en las concentraciones europeas y recibiendo la nacionalización en otro país, por el que acaban pudiendo competir tres años después de hacerlo con el país caribeño. Lascay ha iniciado ese camino con el que tratará de estar en París 2024 a tiempo, aunque tendrá que pelearlo por la dilatación del proceso. Mientras tanto, seguirá su progresión tratando de fijarse en Pedro Pablo Pichardo, otro cubano que se hizo portugués.
Desertores
Emmanuel Reyes Pla, boxeador cubano que compite por España, explicaba este mismo año a EL ESPAÑOL las razones que les motivan a abandonar la representación de su país. "Todo cubano que se va es para luchar por su familia y tener una vida mejor. Allí tus logros no son recompensados como para poder darle cosas a tu familia. Si eres campeón, te quitan mucho dinero y te dan lo que les da la gana. Igual un coche o una casa, pero después te tienes que ir pagando tú los gastos. Lo poco que te queda se te va en eso, que encima es viejo", denunció.
Recientemente, se han vivido diversas situaciones similares. El triplista Jordan Díaz es el más reciente. Pero también fue muy sonado el del piragüista Fernando Dayán Jorge, campeón olímpico en la prueba de C2 1000 junto a Serguey Torres en Tokio 2020, que desertó de la delegación con la que iba a realizar un entrenamiento en México también en marzo. A la lista hay que sumarle los nombres del triplista Cristian Nápoles, campeón mundial Sub18, y el velocista Reyner Mena.
España y Portugal son las dos naciones que más se están beneficiando del éxodo de los atletas de élite de la isla, de esa noticia que se perpetúa ya durante décadas y siempre culmina con la misma frase: en tal o cual viaje a una competición en el extranjero, un deportista abandona la delegación. Lascay aprovechó una concentración en la península para desaparecer. Lo único que quedaba era una publicación en su cuenta de Instagram en una playa perdida.
Lester Lescay no ha debutado aún en la temporada de 2022. Se inscribió en el Meeting Internacional de Ibiza del pasado 7 de mayo, pero después desapareció misteriosamente de las listas. Ahora aparece en las del Meeting Iberoamericano de Huelva que se celebra este miércoles 25 de mayo. Entrena en Guadalajara con Luis Felipe Méliz, otro cubano que se hizo español. Él no llegó a representar a España en unos Juegos Olímpicos.
El reto de Lascay
Por suerte, Lester se enfrenta a un proceso más rápido que el de su entrenador. Las nacionalizaciones de atletas cubanos han pasado a estar mucho más organizadas y planificadas que en el pasado. Actualmente se trata de procesos muy bien diseñados, con contratos de por medio, con la intervención de agentes y empresas de material deportivo. Esta mejora en el procedimiento provocará que sean más los deportistas del país caribeño los que cambien de país.
Mientras tanto, el joven saltador de longitud se enfrenta a nuevos retos en España. Lescay competirá sin equipo nacional durante un tiempo, pero con el sueño de alcanzar medallas futuras y quizá con los 8,56 metros, el récord nacional de Yago Lamela, en el punto de mira. Lo que está claro es que el país gana a una promesa de este deporte y una posibilidad a largo plazo de conseguir medallas importantes para la que será su nueva nación.
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