La factura final de Tokio 2020 fue el doble de lo establecido cuando se concedieron en 2013. El proyecto de ley final para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos se cifra en 12.310 millones de euros. El presupuesto incluye los gastos derivados del aplazamiento y la suspensión inicial por culpa de la Covid-19, así como las medidas sanitarias extra que tuvieron que adoptar. Entre ellas se estableció que no hubiera espectadores, por lo que no hubo retorno en esa inversión.
La última versión del presupuesto se situaba en 12.872 millones de euros, pero las medidas de ahorro del gobierno de Japón abarató finalmente esta cifra en 500 millones. La cifra se reveló durante la última reunión de la Junta Ejecutiva, que se liquidara oficialmente a finales de este mes. El informe oficial expone que "dar prioridad a la seguridad garantizada" es suficiente razón para soportar el increíble gasto que ha presentad esta edición de los Juegos Olímpicos.
Aunque parezcan sorprendentes estas cifras, los Juegos Olímpicos de Rio 2016 costaron más. El comité organizador presentó un resultado final de 12.450 millones de euros. En el caso de los anteriores, Londres 2012, las cifras se fueron a los 14.212 millones de euros, siendo los más caros de la historia. Se vuelve a poner en duda si es rentable organizar una cita como esta. Para Japón fue una oportunidad de mostrar su recuperación del terremoto, tsunami y desastre nuclear de 2011.
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Tokio ganó a la propuesta de Madrid 2020 presentando un presupuesto de 5.100 millones de euros. El coste de construcción de las sedes, incluida la reconstrucción del Estadio Nacional, ascendió a 6.100 millones de euros. En términos de gastos, 1.400 millones de euros se fueron en infraestructuras y 3.100 millones de euros en servicios. Solo los Juegos Paralímpicos costaron 1.100 millones de euros, ya que aprovechan casi todas las estructuras de los Olímpicos.
El reparto de este coste se ha desarrollado por el comité. Tokio 2020 cubre 4.400 millones de euros, el gobierno metropolitano 4.100 millones de euros y el gobierno nacional 1.300 millones. El gran problema de ingresos llegó con la venta de entradas. En lugar de recibir 627 millones de euros, solo pudieron recabar 2,8. Otras fuentes de ingresos fueron el COI, que dio 606 millones de euros, y el programa olímpico de patrocinios, que aportó 397 millones de euros.
"Nadie había experimentado antes unos Juegos de este tipo, ni organizadores ni el Comité Olímpico Internacional. Estuvimos muy cerca de no haber celebrado el evento. Es una misión de todos los que participaron en los Juegos heredar su legado a las próximas generaciones", recalcó Seiko Hashimoto, presidente de Tokio 2020. Cabe recordar que la ciudad de Sapporo, en el norte de Japón, aspira a volver a traer los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030.
La presidenta del comité organizador expresó su esperanza en que pese a todas las dificultades que afrontó Tokio 2020, estos Juegos sean recordados en el futuro "por su contribución para lograr una sociedad más sostenible, más armoniosa, más diversa y más inclusiva". También confió en que la experiencia de Tokio a la hora de lidiar con circunstancias excepcionales como una crisis sanitaria global "sea de utilidad para otras sedes olímpicas" en el futuro, así como para hacer que los Juegos "sean más sostenibles".