El deporte no es ajeno a la guerra que se sigue librando día a día entre Rusia y Ucrania en territorio ucraniano. Muchos deportistas sufren todavía las consecuencias de este conflicto bélico, apartados de competiciones y con muchas puertas cerradas con llave, aunque ahora parece que comienzan a ver la luz al final del túnel.
Los Juegos Olímpicos siempre son un sueño para cualquier deportista de alto nivel que se precie, y aunque hasta hace apenas unos días parecía una utopía que los rusos y los bielorrusos pudieran estar presentes en la próxima cita olímpica, poco a poco comienzan a abrirse los caminos para que esto se convierta en una realidad.
El Comité Olímpico Internacional está plenamente decidido a apartar al deporte de la política y a dar cobijo a los deportistas de nacionalidad rusa y bielorrusa en París 2024, si bien es cierto que bajo unas condiciones determinadas como la de no haber apoyado abiertamente la guerra en Ucrania. Por eso, ha buscado alianzas y ha encontrado en el Comité Olímpico Asiático a un gran amigo para abrir el camino a los que hasta ahora estaban marginados.
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La idea es que aquellos rusos y bielorrusos que no puedan competir en sus deportes y que quieran ganarse un billete para los próximos JJOO, lo hagan a través de las competiciones asiáticas en lugar de las europeas. La decisión ha generado una gran controversia, especialmente en el lado ucraniano, donde se sienten gravemente ofendidos, así que parece que este asunto va a tener cuerda para rato.
Asia, el gran aliado
Randhir Singh es el presidente interino del Comité Olímpico Asiático y uno de los dirigentes que se ha mostrado favorable a abrirle las puertas a los deportistas rusos y bielorrusos. Está dispuesto a recoger el guante del Comité Olímpico Internacional y levantar el veto a los deportistas por el simple hecho de tener una nacionalidad determinada.
Él mismo desveló que el COI está trabajando codo a codo con las Federaciones Internacionales para confeccionar un sistema de clasificación en el que los rusos y los bielorrusos puedan conseguir su clasificación para los próximos Juegos Olímpicos a través de las competiciones asiáticas. Esto, sin embargo, no haría que los deportistas asiáticos tuvieran menos plazas olímpicas, sino que sería algo complementario y no excluyente.
De hecho, ya hay fechas en mente para que este plan se pueda materializar. Los Juegos Asiáticos, que se disputan entre el 23 de septiembre y el 8 de octubre, parten como uno de esos eventos en los que los rusos y los bielorrusos podrán competir en algunos deportes como el boxeo, el hockey y el pentatlón moderno. Es la gran bala a la que muchos de los que se han visto expulsados antes de tiempo de unos JJOO se aferran en la actualidad.
La entrada en liza de deportistas que no son asiáticos provocará, eso sí, a remodelar algunas ceremonias en esos próximos Juegos Asiáticos ya que el COA no quiere mezclar a ambos continentes en el reparto de medallas. Así, se estudia hacer incluso un reparto de preseas alternativo y separado para atletas europeos y asiáticos.
El propio Randhir Singh, el presidente del Comité Olímpico Asiático, quiso explicar las razones que le han llevado a tomar esta decisión: "La idea es dar una oportunidad a los deportistas de participar y de no perderse los próximos Juegos Olímpicos de París. El deporte no es un lugar para la política, es para los deportistas, para el amor, para la amistad y la hermandad", argumentó.
Las condiciones del COI
Todo esto viene después de que, hace apenas unos días, el Comité Olímpico Internacional decidiera recomendar la readmisión de los deportistas rusos y bielorrusos en las competiciones internacionales. Eso sí, no fue una decisión aleatoria, sino que el organismo impuso unas condiciones determinadas para que todo esto se produjera.
Una de ellas, y seguramente la más importante, era la de "no haber apoyado de forma activa la guerra de Ucrania", mientras que todos estos deportistas deberían además competir de manera neutral y sin bandera alguna que les representara. "A ningún deportista se le puede privar de competir en razón de su pasaporte", alegó el COI cuando anunció sus intenciones.
A falta de año y medio para que se celebren los Juegos Olímpicos de París, en el Comité Olímpico Internacional pensaban que era un momento límite para actuar. Por ello, tomaron en consideración una carta del relator de la ONU contra el racismo y la discriminación y decidieron dar un paso al frente incluso poniendo como referencia lo sucedido en Barcelona '92 con los deportistas yugoslavos.
Pese a esta apertura con los atletas, el COI sí que insistió sin embargo en que las sanciones a Rusia y Bielorrusia como estados deben seguir existiendo e incluso endurecerse. Por eso, aboga por no celebrar ningún evento deportivo internacional en estos países y no usar sus banderas, himnos o distintivos en las competiciones.
Las reacciones
Estas últimas decisiones han provocado reacciones de todo tipo tanto en el bando ucraniano como en el ruso. Mientras que en Rusia han llegado incluso a hablar de boicotear los Juegos Olímpicos de París, en Ucrania se sienten muy decepcionados por esta decisión.
El asesor de la Presidencia ucraniana cargó duramente contra el COI por "promover la guerra, el asesinato y la destrucción" con el hecho de readmitir a los deportistas rusos y bielorrusos en las competiciones. "El COI mira con placer cómo Rusia destruye Ucrania y después le ofrece una plataforma para promover el genocidio y alienta sus futuros asesinatos", comentó Mykhailo Podolyak.
Fue todavía un poco más allá y cargó contra Thomas Bach, el secretario general del Comité Olímpico Internacional: "Obviamente, el dinero ruso que compra la hipocresía olímpica no huele a sangre ucraniana, ¿verdad, señor Bach?", espetó. Unos días antes, el propio presidente ucraniano Volodímir Zelenski ya se había mostrado totalmente contrario a esta decisión.
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Por su parte, el Comité Olímpico Ruso descartó unirse a un posible boicot a París 2024: "Todos aquellos que ahora nos llaman al boicot de la Olimpiada, independientemente de sus argumentos, deben saber que tales desplantes llevan directamente al aislamiento del deporte ruso como mínimo durante dos ciclos olímpicos", alegó el organismo a través de su presidente, Stanislav Pozdniakov.
Pese a que en el Comité Olímpico Ruso están en contra de la limitación de las banderas, restricción impuesta por el COI, no quieren cerrarle las puertas a sus deportistas: "Eso es precisamente lo que buscan con todas sus fuerzas nuestros oponentes. Al mismo tiempo, en la historia no hay casos en los que el boicot tuviera un efecto positivo en el desarrollo del deporte en cualquier país", comentaron en el organismo.
Este asunto seguirá evolucionando y dejando nuevas reacciones, contrarias en cada uno de los bandos, mientras que los deportistas aguardan con ansia a que todo se esclarezca.